Aftas bucales
Las aftas bucales son dolorosas y resultan muy molestas porque, aunque no son contagiosas, sí suelen recurrir. Para prevenir estas pequeñas llagas lo mejor es evitar el estrés, alimentarse bien y cuidar la higiene bucal.

Diagnóstico de las aftas bucales

Natalia Dudzinska

Por: Natalia Dudzinska Camarero

Bióloga, especialista en Microbiología Ambiental y Epidemiología

Revisado: Dr. Pablo Rivas

Especialista en medicina interna

Actualizado: 16 de octubre de 2023

Las aftas bucales son lesiones que no implican complicaciones y que desaparecen por sí mismas en un periodo normalmente no superior a siete días. Por esta razón, en muchos casos no es necesario realizar un diagnóstico preciso, el cual consistiría en una observación directa de la lesión por parte del profesional de la salud. El médico o dentista realizará una historia clínica detallada, y preguntará sobre los síntomas, cuándo aparecieron las aftas, con qué frecuencia se presentan y si hay factores desencadenantes como el estrés o alergias alimentarias.

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En caso de aftas con recurrencias muy persistentes puede procederse a un estudio más detallado para eliminar la sospecha de otras causas u otras patologías subyacentes. Algunas de las circunstancias a las que puede deberse esta recurrencia son:

  • Eritema multiforme: trastorno de la piel y las mucosas debido generalmente a alguna alergia a medicamentos o a una infección. A diferencia de las aftas, se acompaña de otros síntomas como fiebre, malestar general, picor…
  • Infección por herpes: como se ha visto, la lesión producida por este virus se caracteriza por presentar pequeñas ampollas en el centro de la lesión. No se trata de una patología grave, aunque suele relacionarse con un estado disminuido de las defensas del  sistema inmunitario.
  • Liquen plano ampollar: consiste en una lesión inflamada, de color blanco. Produce picor y puede ser dolorosa. No se conoce la causa exacta de su aparición, pero podría estar relacionada con alergias o ciertas reacciones inmunes.
  • Carcinoma escamocelular: este tipo de cáncer de piel en ocasiones muestra un inicio en forma de llaga que no sana. Desde luego, no hay que alarmarse ni pensar en ningún caso que un afta puede dar lugar a un carcinoma, pero si se observa una lesión que tarda más de dos semanas en desaparecer, es preciso acudir a un médico para que evalúe la situación.
  • Sífilis: puede causar una úlcera en la boca si se produce el contagio a través del sexo oral. La lesión no suele ser dolorosa y puede durar 4-8 semanas. Es muy importante acudir a un médico si se sospecha esta enfermedad.
  • Enfermedades autoinmunes: muchas enfermedades del sistema inmune pueden cursar con úlceras orales como la enfermedad de Behçet, el lupus eritematoso sistémico, la enfermedad de Crohn o distintos tipos de pénfigo. Todas ellas se suelen acompañar de trastornos en otras localizaciones.

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En casos poco comunes en los que las lesiones son atípicas o persistentes, el profesional de la salud puede recomendar una biopsia de la úlcera oral para descartar condiciones más serias, como el liquen plano oral o el pénfigo.

Creado: 2 de diciembre de 2010

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