Escarlatina, una antigua enfermedad, ¿de vuelta?
La escarlatina, una infección propia de la infancia que se asocia a siglos anteriores, aún es muy frecuente y repunta en el 2023. Conoce sus síntomas, ya que un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado son claves para evitar complicaciones.

Complicaciones de la escarlatina

Médico tomando la tensión a niño con escarlatina
La glomerulonefritis y la fiebre reumática son complicaciones de la escarlatina muy poco frecuentes.
Dra. María Teresa Romero Rubio

Por: Dra. María Teresa Romero Rubio

Pediatra en el Hospital de Manises (Valencia)

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

La escarlatina en la mayoría de las ocasiones es una infección banal que se resuelve al iniciar el tratamiento con antibiótico. No obstante, hay dos posibles complicaciones que, afortunadamente, son muy poco frecuentes:

  • Fiebre reumática: tras una infección por el estreptococo A se liberan componentes del germen parecidos a los tejidos humanos, y se inicia entonces un proceso autoinmune, en el que el cuerpo responde creando anticuerpos frente a la bacteria, que pueden destruir también las propias células. Esto puede ocurrir semanas o meses después de haber pasado la escarlatina.

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No existe ninguna prueba de laboratorio que diagnostique la enfermedad, sino que el diagnóstico se establece por los signos clínicos: nódulos cutáneos, inflamación de las articulaciones (artritis), inflamación cardíaca (carditis). La fiebre reumática se conoce popularmente como velocidad en la sangre, pero en la actualidad es muy infrecuente (10 casos por cada 100.000).

  • Glomerulonefritis: es una inflamación del riñón que da lugar a la aparición de orinas oscuras (con sangre), hipertensión arterial, y pérdida de proteínas por la orina, lo cual puede causar edemas. Es también muy poco frecuente, y casi siempre se cura sin secuelas.

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Creado: 9 de junio de 2014

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