Fimosis en bebés y niños: cuándo operar
Si tu bebé tiene fimosis, seguramente se resolverá espontáneamente antes de que cumpla los tres años y, si no es así, existen tratamientos muy efectivos para corregir este trastorno. Conoce todas las opciones.

Síntomas y complicaciones de la fimosis

Por: María Dolores Tuñón

Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria

Actualizado: 28 de febrero de 2024

La fimosis en bebés y niños puede presentarse con varios síntomas y, en algunos casos, llevar a posibles complicaciones asociadas si no se maneja adecuadamente. Aquí te detallamos los síntomas más habituales que pueden indicar la presencia de fimosis o problemas relacionados que se derivan de la fimosis:

  • Micción dolorosa: aunque es menos común en niños pequeños, la zona final del pene puede inflamarse por la orina acumulada a causa de la fimosis, por lo que el niño tendrá dificultades y sentirá dolor cuando tenga que hacer pis.
  • Dificultad para retraer el prepucio: esto es más notable en niños mayores y puede variar en gravedad.
  • Inflamación del prepucio o del glande: puede observarse hinchazón y enrojecimiento alrededor del área.
  • Problemas con el flujo de orina: puede presentarse como un chorro de orina débil, intermitente o en forma de globo del prepucio durante la micción.
  • Infecciones reiteradas: al no poder retirar la piel para realizar una correcta higiene, la suciedad se puede acumular en la zona y producir inflamación del glande (balanitis) o del prepucio (postitis) y secreciones, dolor al miccionar, e incluso riesgo de extender la infección a la vejiga.  

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Posibles complicaciones asociadas a la fimosis en la infancia

Si no se trata, la fimosis puede conducir a varias complicaciones, aunque estas son relativamente raras:

  • Balanitis: la dificultad para limpiar adecuadamente debajo del prepucio puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias y del pene. La balanitis es una infección causada por la acumulación del material secretado por las glándulas peneanas (denominado esmegma) en el surco balanoprepucial.
  • Parafimosis: es una complicación de la fimosis que requiere tratamiento urgente. Suele producirse cuando un prepucio demasiado estrecho se retrae más allá del glande y queda atrapado en el surco balanoprepucial. Este atrapamiento hace que el glande se inflame y, si no se trata a tiempo, puede llegar incluso a la necrosis. En estos casos se debe intentar una reducción manual por parte de personal con experiencia, y es necesario administrar anestesia local, que normalmente será lidocaína. Si de este modo no se resuelve, puede realizarse una pequeña sección en el prepucio con bisturí, para así poder resolver la situación antes de que se produzca necrosis.
  • Problemas urinarios: la fimosis severa puede llevar a obstrucciones en el flujo de orina, lo que puede causar infecciones del tracto urinario y, en casos raros, daño renal.
  • Dificultades sexuales: aunque esto es más relevante para los adolescentes y adultos con fimosis no resuelta, puede haber dolor durante la erección o la actividad sexual.

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La mayoría de los casos de fimosis en bebés y niños no son graves y se resuelven por sí solos sin intervención. Sin embargo, es importante monitorear cualquier síntoma y consultar a un profesional de la salud si hay preocupaciones sobre infecciones, dificultades para orinar, o si el niño experimenta dolor o molestias significativas.

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Creado: 4 de octubre de 2011

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