Gastroenteritis por rotavirus
El rotavirus es la primera causa de gastroenteritis aguda en niños menores de cuatro años. Toma nota de cómo se transmite, cómo evitar el contagio y, en caso de que sea tarde, cómo tratar a tu pequeño.

Transmisión y síntomas de la gastroenteritis por rotavirus

Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

El rotavirus se transmite de persona a persona por vía fecal-oral durante la fase aguda de la enfermedad. También existe la posiblidad, aunque mucho más pequeña, de que se transmita por vía respiratoria. Dentro del entorno familiar la propagación del rotavirus es muy común. Entre el 30% y el 50% de los adultos en contacto con un niño infectado también sufren la infección, aunque ésta cursa de forma asintomática. 

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La gastroenteritis por rotavirus es muy habitual en ámbitos como las guarderías, donde el virus tiene campo abierto para extenderse rápidamente  con facilidad, sobre todo gracias a que los niños comparten juguetes, usan el mismo mobiliario, la comida se prepara con los mismos instrumentos, etcétera, lo que posibilidad la propagación de la infección.

Los niños, en sus primeros años de vida, sufren repetidas infecciones por rotavirus. La primera vez que se presenta cursa con más gravedad, siendo las sucesivas más leves. Esto se debe a que acaban desarrollando una inmunidad protectora frente a sucesivas reinfecciones.

Síntomas de la gastroenteritis por rotavirus

Síntomas de la gastroenteritis por rotavirus

La gastroenteritis aguda por rotavirus suele presentarse inicialmente de manera aguda con la aparición de fiebre y vómitos, y entre uno y dos días después con diarrea acuosa. El pequeño afectado tiene un número alto de deposiciones (entre 10 y 20), que por lo general no contienen sangre y que puede durarle de tres a ocho días. Aunque esporádicamente la fiebre puede ser elevada, lo más normal es que sea moderada.

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Los vómitos surgen en ocho o nueve de cada diez niños y lo habitual es que desaparezcan pasadas 24 horas. En un alto porcentaje de los críos afectados, sobre todo en los lactantes de menor edad, la asociación de una diarrea profusa junto a los vómitos ocasiona una deshidratación más o menos grave, que conviene vigilar y compensar.

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Creado: 19 de junio de 2012

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