Los ahogamientos, casi siempre debidos a imprudencias y descuidos de los padres y los niños, son la segunda causa de mortalidad en la población infantil y juvenil, a pesar de que podrían evitarse en un 80% de los casos, según ha destacado el coordinador del Comité de Prevención de Accidentes y Lesiones de la Asociación Española de Pediatría, el doctor Jordi Pou.

PUBLICIDAD

Como ha explicado, el mayor porcentaje de ahogamientos se produce en piscinas privadas que, en muchos casos, carecen de las condiciones necesarias para garantizar la seguridad de los más pequeños.

Pou se lamenta especialmente de que no exista un vallado alrededor de la piscina, que evitaría que los niños pudiesen acceder al agua cuando no hubiera un adulto presente; y es que se calcula que más del 60 por ciento de las piscinas privadas no disponen de un vallado apropiado.

Tampoco hay suficientes socorristas vigilando este tipo de instalaciones, por lo que un menor puede caer al agua sin que nadie lo advierta; así, en el 88% de los incidentes, los padres o adultos responsables de la seguridad del pequeño reconocieron que se habían distraído.

PUBLICIDAD

Por ello, el Comité de Prevención de Lesiones ha aconsejado que se enseñe a nadar a los niños lo antes posible; que se extreme el control sobre los menores cuando se encuentren cerca de piscinas u otros lugares donde exista riesgo de ahogamiento; que los niños usen flotadores aunque no se estén bañando, e instalar vallas de protección que impidan acceder al menor al recinto sin la compañía de adultos.

El doctor Pou señala que adoptando estas medidas se podrían evitar tanto las muertes por ahogamiento, como las secuelas neurológicas que corren el riesgo de presentar muchos niños que hayan estado a punto de ahogarse aunque finalmente sobrevivan.

Otras prácticas de riesgo, como deslizarse por toboganes y correr o saltar al borde de la piscina, provocan también un importante número de ahogamientos en el caso de niños más mayores y adolescentes aunque sepan nadar. Estos últimos integran, además, el principal grupo de riesgo cuando se trata de ahogamientos en el mar, sobre todo los relacionados con el consumo de alcohol.

PUBLICIDAD

Deportes acuáticos

La práctica de nuevos deportes, sobre todo acuáticos, está también relacionada con el incremento de lesiones en la población infantil

La práctica de nuevos deportes, sobre todo acuáticos, está también relacionada con el incremento de lesiones en la población infantil. Conducir motos acuáticas, practicar windsurfing, o utilizar  piraguas, neumáticos u otros dispositivos hinchables e, incluso, bucear, provocan lesiones graves, que incluyen el ahogamiento, y lesiones músculo-esqueléticas o medulares importantes.

Para proteger a los menores en estas situaciones, Pou recomienda que no se permita la práctica de ciertos deportes hasta los 16 o 18 años, y que, en cualquier caso, se utilicen elementos de flotación y se sigan una normas básicas de seguridad, supervisadas siempre por adultos.

PUBLICIDAD

Las lesiones, en general, son la principal causa de mortalidad infantil en Europa a partir del primer año de vida, por encima de otras causas como el cáncer o las enfermedades respiratorias. Estas lesiones son también las responsables de graves secuelas, ya que la cuarta parte de los niños y adolescentes que son ingresados debido a algún accidente padecerán serias secuelas en el sistema nervioso central, como alteraciones en su desarrollo psicomotriz, problemas músculo-esqueléticos o cutáneos, traumas psicológicos, o trastornos neurológicos a consecuencia de traumatismos medulares.

Fuente: EUROPA PRESS

Actualizado: 1 de agosto de 2017

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD