El bebé mama al reconocer el olor de su madre

Los bebés nacen con el reflejo de succión, pero ¿hay algo que incita a los bebés a comenzar a succionar el pecho de su madre para alimentarse? Al parecer, el olor de mamá tiene mucho que ver...
El bebé mama al reconocer el olor de su madre
Bebé tomando el pecho

Los bebés nacen con el reflejo de succión, que les permite mamar y, de esta forma, alimentarse y sobrevivir. Pero ¿hay algo que incita a los bebés a comenzar a succionar el pecho de su madre para alimentarse?

Diversos estudios sobre la lactancia que habían investigado con conejos europeos, revelaron que las hembras de esta especie empleaban una feromona para estimular a sus crías recién nacidas a mamar, por lo que se pensaba que todos los mamíferos se servían de un mecanismo similar.

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Sin embargo, una nueva investigación, esta vez con ratones, ha demostrado que estos mamíferos –cuyo estilo de crianza es muy similar a la de los seres humanos–, no comienzan a amamantarse en respuesta a una feromona, sino que reaccionan ante un estímulo aprendido que se basa en una mezcla de olores particular y única: el olor de su madre.

Los ratones recién nacidos reaccionaron ante un estímulo aprendido que se basa en una mezcla de olores particular y única: el olor de su madre

El estudio, realizado en el Reino Unido por un grupo de científicos del ‘Wellcome Trust Sanger Institute’, y que ha publicado ‘Current Biology’, tenía por objetivo analizar la biología del instinto de mamar, y ha revelado que los bebés se exponen al olor que desprende el líquido amniótico de la madre durante el nacimiento y que posteriormente, al reconocer este olor, se despierta su instinto por succionar y alimentarse de la leche materna.

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Los investigadores colocaron a crías de ratón que habían nacido por cesárea junto a senos previamente impregnados con los fluidos que normalmente hubieran inhalado al nacer –como líquido amniótico, leche materna, saliva y orina– y comprobaron que solo las mamas que desprendían el olor del líquido amniótico de la madre incitaron a las crías a succionar.

Un dato que corrobora su teoría es que únicamente fueron capaces de alimentarse con éxito aquellos ratones que se expusieron con anterioridad al líquido amniótico que desprendía el fuerte olor de su madre, por lo que los autores del trabajo concluyen que este olor se aprende en el momento del nacimiento.

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Actualizado: 21 de abril de 2020

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