Correpasillos, andadores y triciclos
Además de ser juguetes, estos aparatos son un complemento útil para el bebé durante el aprendizaje de la marcha. Pero, ¡cuidado!, no todos son recomendables, algunos pueden incluso entorpecer su desarrollo.

Correpasillos, características y consejos de compra

Amparo Luque

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Un correpasillos es un juguete con varias ruedas que permite al pequeño que está aprendiendo a andar desplazarse empujándolo o, ir sentado encima, impulsándose con los pies. Así, puede simplemente estar formado por cualquier tipo de juguete con una barandilla detrás, a la que el pequeño se agarra para apoyarse al caminar; o disponer de un asiento y un manillar, asemejándose más a un vehículo (ya sea simulando un coche o una moto, por ejemplo, o con forma de algún animal).

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Algunos de ellos incorporan un mango trasero desmontable, para que un adulto pueda guiarlo. Por tanto se trata de un aparato con el que jugar, pero que también conlleva unas ventajas ergonómicas y de estimulación motriz para nuestro hijo. Frente al andador o tacatá, el correpasillos ofrece más seguridad, ya que el propio niño es el que genera el impulso que le da al aparato y controla, dentro de sus posibilidades, la velocidad que alcanza.

Eso sí, no olvidemos que la función de este aparato no es la de enseñar a andar a nuestro hijo desde un principio, sino la de perfeccionar la deambulación una vez que ha dado sus primeros pasos. Y es que tu pequeño tiene que ir logrando poco a poco controlar sus movimientos, equilibrarse y conseguir la posición correcta para que sus pasitos sean firmes y bien configurados (algunos bebés pasarán por la fase previa del gateo y otros no).  

Correpasillos, consejos de compra

Consejos de compra de los correpasillos para bebés

Los correpasillos van más allá de un mero juguete y cumplen la funcionalidad de ejercitar la marcha una vez que el bebé ya se sostiene de pie. Por eso, al elegirlo es esencial comprobar muy bien su estabilidad y la resistencia que ofrece frente a los posibles impactos. En este sentido debes tener en cuenta los siguientes consejos para acertar en la elección:

  • Nos fijaremos en que sea robusto y sólido, que tenga un manillar o barandilla adecuados para que el niño se pueda agarrar con seguridad o que los materiales con los que esté construido sean de calidad  (aunque al mismo tiempo tienen que ser ligeros). Incluso hay algunos antivuelco.
  • Y por supuesto, no deberá tener elementos sobresalientes como tornillos o ángulos que sean peligrosos; los bordes han de ser redondeados.
  • En el caso de los que simulan vehículos, es conveniente que sean ergonómicos y que tengan asientos regulables. Además, algunos cuentan con zonas acolchadas que protegen al usuario.
  • En general, lo fundamental es que se adapten a la edad y tamaño (y peso) del pequeño. Si lo deseamos, podemos optar por un correpasillos evolutivo, es decir que crece junto a nuestro hijo, debiendo tener muy en cuenta las franjas de edad y peso para las que está recomendado.
  • Por otro lado es conveniente fijarse en si se puede desmontar o plegar.
  • Como muchos de ellos también incluyen centros de actividades u otros entretenimientos para el niño, hay que asegurarse de que no tienen piezas pequeñas que se puedan desprender.
  • Y, evidentemente, deben cumplir con las normas de seguridad para este tipo de juguetes de arrastre y otros similares. Por ejemplo, a nivel europeo, han de señalar que han superado la normativa que garantiza que el producto ha sido sometido a test de seguridad.
  • En cuanto a precios, encontraremos un amplio abanico, que puede ir desde los 30-40 euros y llegar a los casi 300 euros, dependiendo de las diferentes prestaciones, el diseño y las características evolutivas. Sin embargo, como la seguridad de tu hijo está en juego, procura apostar por una mayor calidad, sin que el precio sea un obstáculo.

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Creado: 30 de diciembre de 2015

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