Alimentos a evitar durante el primer año del bebé
La alimentación de tu hijo en su primer año de vida es clave en su desarrollo. Conoce qué alimentos se deben evitar en esta etapa, y si los productos destinados a bebés son realmente necesarios o recomendables.

Alimentos especialmente formulados para bebés, ¿debo dárselos?

Adrián Cordellat, periodista

Por: Adrián Cordellat

Periodista especializado en maternidad y comunicación médica

Actualizado: 8 de septiembre de 2022

En el mercado hay un sinfín de alimentos formulados especialmente para bebés, que incluyen desde lácteos, como los yogures, hasta los típicos potitos, pasando por dulces como las galletas, o los cereales. Todos ellos, a excepción de la leche artificial cuando no sea posible la lactancia materna, deben evitarse en la medida de lo posible, ya que generalmente se trata de alimentos procesados que suelen tener en su composición altas cantidades de azúcares añadidos, miel, edulcorantes, o sal.

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“El que un producto esté dirigido al público infantil, con formas y presentaciones graciosas, no lo convierte en adecuado para los niños. Lamentablemente, tampoco cuando están avalados por sociedades pediátricas”, afirma la pediatra Gloria Colli.

Cualquier lácteo, harina (o productos elaborados con ellas, como las galletas), preparados tipo potito, que lleven azúcar añadido, cualquier embutido, y determinadas conservas, tampoco son recomendables”, añade el pediatra Carlos Casabona, autor de Tú eliges lo que comes, que lamenta que, amparados por la legislación actual, “los fabricantes de productos infantiles puedan publicitar en sus envases que algunos de sus preparados pueden ofrecerse desde los cuatro meses”.

Bebé tomando un yogur

Gloria Colli, por su parte, explica que en el caso de los potitos “podrían ser una opción ocasional para comer fuera de casa, pero a diario es preferible la comida casera”. Como recuerda la pediatra, el objetivo de la alimentación complementaria no pasa solo por diversificar la dieta, sino también por que el bebé “se vaya acostumbrando a los sabores de la comida que come el resto de la familia”.

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Para conseguirlo, la alternativa a los productos formulados específicamente para bebés pasaría, según Casabona, por “comida real, comida preparada en casa con fruta, verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos molidos, huevos –entero no debe darse hasta el año–, carne blanca, ya que a partir de los 6-7 meses hay que ir incorporando nuevos alimentos de forma progresiva y en cantidades adecuadas, adaptándose al desarrollo neurológico y motor del niño, sin que haya un orden preestablecido como sucedía hace unos años”.

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Creado: 14 de febrero de 2017

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