Los celos ante la llegada de un nuevo hermano
Un nuevo bebé es un motivo de alegría que supone muchos cambios en la organización familiar. Pero, ¿toda la familia lo esperaba? Tal vez el rey de la casa, su hermano, no sienta tanta ilusión ante su llegada.

Rivalidad entre hermanos: ¿cuándo debemos preocuparnos?

Dra. Vanesa Fernández López

Por: Dra. Vanesa Fernández López

Psicóloga, especialista en emociones

Actualizado: 28 de junio de 2022

Los celos, la inestabilidad emocional, los miedos, las llamadas de atención…, que en un primer momento pueden ser normales ante la llegada de un nuevo hermanito, pueden convertirse en patológicas si perduran, dando lugar a emociones más intensas y mantenidas en el tiempo. La más compleja y disruptiva de todas ellas es la rivalidad que tu hijo puede generar ante su nuevo hermano pequeño. A este hecho se le denomina rivalidad fraterna y, cuando no se aborda de una manera adecuada, puede dar lugar a cambios en el carácter del niño, o potenciar algunos problemas de su personalidad como la envidia, el egoísmo o el acaparamiento.

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Detectarlo a tiempo es el primer paso para eliminarlo. Así por ejemplo, un niño que sufre rivalidad fraterna mostrará alguna de las siguientes señales (internas y externas):

Señales internas a vigilar

  • La autoestima y seguridad del niño se ha visto disminuida.
  • Se siente culpable porque sus padres “ahora no le quieren” o dedican más tiempo a su hermano.
  • Estas señales son difíciles de detectar porque en raras ocasiones el pequeño es capaz de verbalizarlas, aunque también pueden llegar a verse reflejadas en un menor rendimiento escolar. Por ese motivo, es importante tener en cuenta las manifestaciones externas que pueden ser consecuencia de este sentimiento.

Señales externas a vigilar

  • Pueden ir desde gritos constantes, hostilidad, peleas, rabietas, pegar a su hermano o ignorarle, etcétera.
  • También puede ocurrir que el menor muestre agresividad injustificada ante animales u objetos inanimados.
  • En otros casos, el pequeño puede llegar a alterar sus patrones alimenticios (muestra menos hambre o apetito selectivo)
  • También puede ver alterados sus patrones de sueño (querer dormir con papá y mamá, despertares frecuentes…).

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Creado: 31 de agosto de 2011

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