Carillas dentales, una sonrisa ‘de cine’ es posible
Tener una dentadura que permita lucir una sonrisa perfecta es el sueño de cualquiera, y hacerlo realidad es posible con las carillas dentales, un tratamiento estético indoloro que te garantiza una boca radiante.

Cuándo se pueden usar carillas dentales: colocación y cuidados

Cuándo se pueden usar carillas dentales
Las carillas estéticas cubren el diente real y camuflan imperfecciones, como la diastema.
Natalia Castejón

Por: Natalia Castejón

Periodista especializada en vida saludable

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Las carillas estéticas cubren el diente real, pero no solucionan el problema, sino que lo camuflan. Al tratarse de una lámina que se coloca en la parte exterior del diente, solo se pueden utilizar en algunos casos en los que las afecciones estéticas no son muy complicadas. Los casos en los que se suelen utilizar las carillas dentales son:

  • Cuando se tienen algunos dientes separados, lo que se conoce como diastema; las carillas estéticas pueden cubrir ese espacio, pero si lo que se desea es atajar de raíz el problema habrá que recurrir a una ortodoncia.
  • Las pequeñas fracturas también se pueden solapar con este tipo de tratamiento, dándole al diente un aspecto muy natural.
  • En algunas ocasiones no todos los dientes son del mismo tamaño, por lo que para solucionarlo se pueden colocar las carillas sobre los más pequeños, igualando así toda la dentadura.
  • También existen personas cuyos dientes son demasiado cortos, por lo que al sonreír se les ve mucho más la encía que la dentadura. Este problema también quedaría resuelto con las carillas estéticas.
  • Con los años, y la ingesta de refrescos, , café, medicamentos, o el consumo de tabaco, el esmalte de los dientes puede desgastarse y mostrar un aspecto sucio y decolorado, algo que se puede ocultar tras las carillas.
  • El uso más común de este tratamiento es para conseguir una sonrisa blanca evitando al paciente la sensibilidad que se puede producir si se somete a un blanqueamiento dental.

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Colocación y cuidados de las carillas dentales

La colocación de las carillas estéticas suele ser bastante rápida; se realiza en aproximadamente dos sesiones en el caso de las que están hechas de composite, y en tres sesiones las de porcelana, ya que éstas deben elaborarse en un laboratorio externo a la clínica. En la primera visita el profesional valorará la dentadura en base a lo que el paciente desea conseguir y, en consecuencia, se obtendrá como resultado el tratamiento más adecuado, y se informará al paciente de su precio y sus características.

En la segunda visita, si se ha optado por la opción de las carillas de composite, se comenzará con la colocación de las mismas. Primero se limará ligeramente el diente, adaptándolo para que el material se adhiera correctamente. Una vez el dentista haya dado forma al diente con la pasta de composite, se endurecerá mediante luz ultravioleta, dotándole de una gran dureza. Para terminar el proceso se vuelve a limar la superficie para que quede totalmente lisa.

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En el caso que las carillas elegidas sean las de porcelana, en la segunda visita se procederá a tallar ligeramente los dientes para dotarlos de una simetría, y después se tomarán las medidas mediante moldes y fotografías para poder realizar las carillas de manera personalizada. Toda la información recogida se envía al laboratorio externo para que se comiencen a fabricar las piezas.

Por último, y solo en los casos de carillas de porcelana, se acudirá a una tercera visita al dentista; en ella se colocarán las piezas sobre los dientes afectados. Para que las carillas queden pegadas correctamente, el dentista elimina el esmalte del diente, consiguiendo así una superficie mejor para el adhesivo.

Higiene bucal correcta
Una higiene bucal correcta permite mayor durabilidad de las carillas dentales.

Cuidados que requieren las carillas dentales

Para conseguir que las carillas dentales duren todo el tiempo posible cumpliendo su función, es necesario cuidarlas con ciertos hábitos cómo:

  • Mantener una higiene bucal adecuada es imprescindible para cuidar tus carillas y, en general, tu dentadura. Lavarse los dientes al menos tres veces al día, preferentemente después de cada comida, evitando así la placa bacteriana, gingivitis y halitosis. Además se debe utilizar hilo dental para poder eliminar por completo cualquier resto de alimentos que pueden causar la decoloración de la carilla y su desprendimiento.
  • Es recomendable realizar como mínimo una visita al año al dentista, y en ella realizarse una limpieza bucal profesional.
  • Ingerir algunos alimentos o bebidas pueden decolorar o dañar tus carillas, como el café, el vino o el té, además de alimentos con salsas como la barbacoa, mostaza o el kétchup, o especialmente duras, como los frutos secos con cáscara. No hay que olvidar el tabaco, un gran enemigo de una boca sana y limpia.
  • Se debe evitar utilizar los dientes para abrir cualquier objeto o sujetarlo.
  • Las carillas estéticas están desaconsejadas en pacientes con bruxismo, pues el desgaste de las piezas se produciría muy rápido. También hay que evitar el chasqueo y la fricción de los dientes de manera habitual por el mismo motivo.
  • Si se realiza algún deporte, especialmente de contacto, o en los que existe la posibilidad de recibir un duro golpe en la boca, es recomendable utilizar un protector bucal que cubra la dentadura, para evitar una posible rotura de la carilla estética.

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Creado: 2 de septiembre de 2016

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