Árnica, el antiinflamatorio natural externo
El árnica es una planta que constituye uno de los remedios de herbolario más habituales para aliviar dolores de tipo inflamatorio como golpes, artritis, tendinitis y problemas cutáneos, pero su uso inadecuado conlleva riesgos.

Propiedades de la árnica y beneficios para la salud

Jordi Cebrián

Por: Jordi Cebrián

Periodista especializado en plantas medicinales

Actualizado: 20 de septiembre de 2023

El árnica es el gran remedio para rebajar la inflamación y el dolor a nivel externo con el que cuentan los herbolarios de ayer y hoy. Y es un ingrediente insustituible de una buena proporción de pomadas y lociones farmacológicas y homeopáticas que se distribuyen en farmacias y parafarmacias. No obstante, por su potencial toxicidad, la mayoría de sus indicaciones se restringen a aplicaciones por vía tópica (externa), pero también se le atribuyen por vía interna, siempre que se adopten determinadas precauciones.

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El Arnica montana es una planta con múltiples beneficios para la salud, que se comporta como antiinflamatoria, analgésica, vulneraria (favorece la curación de heridas), cicatrizante, antiséptica, antibacteriana, antimicrobiana, antifúngica, antihistamínica y sedante, y de forma más matizada como tónico cardíaco, antiespasmódico, colagogo (facilita la expulsión de bilis) y antiagregante plaquetario.

Por todo lo cual, por las propiedades del árnica esta planta está indicada en los siguientes supuestos:

  • Inflamaciones reumáticas como la osteoartritis y la artritis reumatoide. Estudios elaborados por compañías farmacéuticas han probado la eficacia de la pomada con árnica para reducir el dolor y aliviar la rigidez en artritis que afecta a la rodilla y las manos. La Sociedad Española de Fitoterapia recoge varios estudios científicos que secundan el uso tradicional del árnica en dolores osteoartríticos. Es el caso, entre otros, del trabajo de Jäger C, Hrenn A, Zwingmann J, Suter A y Merfort I. sobre los preparados con flores de árnica para inhibir el proceso inflamatorio, con una menor producción de citocinas, en inflamaciones que afectan sobre todo a rodillas y manos, así como en tendinitis y otros dolores musculoesqueléticos.
  • Golpes y contusiones, hematomas, moretones, dolores producidos por luxaciones, bursitis y torceduras pueden experimentar alivio a causa del poder antiinflamatorio, vulnerario y analgésico de los principios activos de la árnica, que mostrarían una eficacia similar a los antiinflamatorios AINE como el ibuprofeno. Por ello, se revela como una planta aliada de la salud del deportista y el excursionista, y son pocas las madres que no llevan una barrita de árnica en su bolso.
  • Distensiones musculares, mialgias y esguinces. Remedios con árnica pueden contribuir a reducir el dolor y la inflamación, en tratamientos coadyuvantes. No obstante, en estudios publicados en revistas científicas, como el llevado a cabo por el equipo formado por Adkinson, Bauer y Chang publicado en Annals of Pharmacotherapy, se pone en duda su eficacia para aliviar el dolor muscular en piernas y brazos.
  • Dolores neurálgicos tras un brote de herpes, por inflamación de un nervio. El árnica aporta su efecto desinflamatorio y analgésico, pero su eficacia en estos supuestos no cuenta todavía con el respaldo de un estudio clínico.
  • Molestias dentales: se ha indicado como un agente antiinflamatorio útil que podría reducir la hinchazón y las posibles complicaciones derivadas de una extracción de muelas, en especial la muela del juicio. Figura también, en usos tradicionales, como remedio antiinflamatorio y analgésico sobre dolores dentales (estomatitis), gingivitis, faringitis y amigdalitis.
  • En irritaciones cutáneas, picaduras de insectos, urticarias, quemaduras leves, escoceduras, y para tratar el acné y el prurito, remedios con árnica, generalmente asociada a otras hierbas, se aplican como antiinflamatorio y cicatrizante. Se trata de remedios tradicionales y de herbolario, pero también de productos homeopáticos.
  • Al cuidado de pieles envejecidas, labios agrietados, heridas sin sangrado, etcétera, también se destinan los preparados con árnica.
  • Remedio para las agujetas: la naturópata Mayte Guijarro la recomienda como "una solución natural para prevenir las agujetas y preparar nuestros músculos antes y después del entrenamiento”, para ello, aconseja usarla una vez terminada la práctica deportiva y tras haberse dado una buena ducha reparadora, empleando para ello un masaje suave en dirección ascendente para relajar los músculos.
  • Remedios homeopáticos con árnica se han administrado para tratar de disminuir el dolor tras una operación quirúrgica. Lógicamente, no hay estudios científicos que corroboren su efectividad.
  • De forma tradicional la árnica se había utilizado para fortalecer el corazón, para ayudar a reducir el colesterol en sangre y para prevenir los accidentes vasculares. Salvo en presentaciones homeopáticas, el árnica no se suele indicar para tratamientos por vía oral, por lo que conviene consultar con tu médico para encontrar una solución efectiva para este fin.

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Creado: 12 de abril de 2019

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