Liberación miofascial, mejora tu movilidad y tu postura
Todo el cuerpo está recubierto de un tejido conocido como fascia. La liberación miofascial es una terapia que ayuda a mantenerla en un estado óptimo, para prevenir el dolor y problemas de movilidad.

Qué es la liberación miofascial

Laura Saiz

Por: Laura Saiz

Periodista especializada en deporte, belleza y bienestar

Actualizado: 2 de diciembre de 2022

Tensión, dolores, falta de movilidad, agarrotamiento… son muchos los síntomas negativos que nuestro cuerpo sufre, día a día, por culpa del caótico ritmo de vida en el que estamos inmersos. Tratar de tomarnos las cosas con calma y unos hábitos de vida saludables son fundamentales, pero, en muchos casos, necesitamos la ayuda profesional para que nuestro cuerpo se sienta mejor y, por lo tanto, funcione correctamente. Una técnica perfecta para volver a poner a punto al organismo es la liberación miofascial.

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Como explica Álvaro Guerrero, fisioterapeuta y codirector del Centro Médico y de Rehabilitación Premium Madrid, la liberación miofascial es “una técnica de terapia manual que se basa en la aplicación de movimientos y presiones sostenidas, dirigidas a todo el sistema fascial”. A través de ella, fisioterapeutas especialistas en dichas técnicas buscan “liberar las restricciones de movilidad de este sistema, devolviendo los deslizamientos entre todos los tejidos del cuerpo, y haciendo que nuestro cuerpo recupere su equilibrio funcional”.

Aunque la investigación del sistema fascial y su tratamiento se inició en la primera mitad del siglo XX, no fue hasta la década de los 80 cuando se multiplicaron sus estudios y comenzó a tener una importancia clave en el mundo de la fisioterapia. Desde entonces se han ido desarrollando una serie de técnicas a las que se recurre no sólo en la fisioterapia más clásica, sino también en la deportiva y en la traumatología, como indica la Unidad de Investigación en Fisioterapia de la Universidad de Zaragoza.

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En su estado normal la fascia se encuentra relajada y estirada pero, sin embargo, por culpa de una lesión, una enfermedad, un traumatismo, una incorrecta postura corporal, o simplemente estrés o ansiedad, ésta se tensa y puede provocar dolor y falta de movilidad. Por este motivo, las manos de los fisioterapeutas trabajan en ella para corregir esas restricciones y hacer que el organismo se encuentre mejor.

¿Qué es la fascia?

Sistema fascial

El sistema fascial es un gran desconocido para la mayoría de las personas, pero una disfunción en esta zona puede ser la causante –o agravante– de diferentes problemas físicos. En este sentido, Álvaro Guerrero señala que las fascias son “un tejido, formado por colágeno, que recubren todos los músculos y estructuras de nuestro cuerpo y cuya función es dar unión e integridad a los distintos sistemas del mismo, es decir, hacer que el cuerpo funcione como una sola unidad”.

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El sistema fascial es una especie de entramado tridimensional que se reparte a lo largo del cuerpo, ya sea en su vertiente superficial (la que envuelve todo el cuerpo bajo la cara profunda de la piel), o en la más profunda (que envuelve, separa y protege los músculos, las articulaciones, los huesos o las vísceras).

El hecho de que todo el organismo esté recubierto por la fascia hace que su buen estado sea imprescindible para que todo el cuerpo pueda funcionar correctamente. Y es que el sistema fascial no está relacionado únicamente con los típicos dolores musculares o articulares por los que solemos ir a la consulta de fisioterapia, sino también con otros pequeños movimientos fisiológicos pero igual de importantes, como puede ser el de la expansión de los pulmones cada vez que respiramos.

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Uno de los problemas más habituales que afectan a este sistema es el síndrome de dolor miofascial (SDM), en el que se produce una alteración de la longitud correcta del músculo y de su tono muscular (también en la de sus músculos antagonistas), lo que produce tensión y dolor, por lo que debe ser tratado por fisioterapeutas expertos.

El síndrome de dolor miofascial tiene su origen principalmente en los llamados puntos gatillo miofasciales o trigger points, unas zonas especialmente tensas y agarrotadas debido a la incorrecta o deficiente contracción muscular. Es en estos nódulos donde nace este tipo de dolor, pero es un dolor puntual y profundo que también suele referirse a otras estructuras cercanas.

La fascia también puede enfermar, por lo que debemos prestarle atención para ganar en salud. Porque, si no se tratan, los trigger points pueden llegar incluso a modificar la postura corporal y producir problemas en otras partes del cuerpo. Para mejorar la calidad de la fascia es importante, como señala el fisioterapeuta del Centro Premium Madrid, “tener una alimentación equilibrada y una buena hidratación”, ya que los suplementos de colágeno o los infrarrojos no tienen ninguna incidencia en ella ni en su tratamiento.

Creado: 14 de abril de 2014

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