Masaje sueco, relax a dos manos
Estrés, dolor de espalda, tensiones, mala circulación… todos estos males tan comunes hoy en día se pueden remediar con un buen masaje sueco, la versión más clásica y efectiva de masaje terapéutico.

Cómo es una sesión de masaje sueco

Cómo es una sesión de masaje sueco
En una sesión de masaje sueco suelen usarse aceites aromáticos o alguna crema
Alhelí Quintanilla, periodista

Por: Alhelí Quintanilla

Periodista especializada en bienestar, embarazo e infancia

Actualizado: 23 de abril de 2024

Así es una sesión de masaje sueco

Una sesión de masaje sueco está diseñada para ser relajante y terapéutica, enfocada en aliviar la tensión muscular y mejorar la circulación. El masaje sueco puede ser lento y suave, o vigoroso y tonificante, en función de qué estilo practique el masajista y de los objetivos que se persigan: no es lo mismo querer simplemente relajarse que actuar sobre una contractura, por ejemplo.

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Antes del masaje, el masajista te preguntará, de hecho, sobre tu estado general de salud y por qué estás allí: qué te duele, si sufres alguna lesión, alergia o enfermedad, embarazo, etcétera. Se trata de una primera toma de contacto que también sirve para indicarle tus preferencias sobre la presión de los movimientos o sobre qué zona quieres que insista más (los masajes más demandados son los de espalda y cuello).  

Después, te indicará dónde dejar la ropa y cómo tumbarte en la camilla –bocarriba o bocabajo–. En general, el masaje se aplica sobre el cuerpo desnudo o en ropa interior (muchos centros disponen de ropa interior desechable para este menester), aunque se coloca siempre una toalla en la parte que no se está trabajando.

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La cabina también debe estar debidamente acondicionada: limpia, con una luz tenue y olor agradable, se puede incluso poner música relajante de fondo. El masajista suele usar aceites aromáticos o alguna crema para ayudarse en su tarea.

La técnica del masaje sueco

masaje sueco

Aunque la técnica del masaje sueco se ha ido puliendo, la base incluye los mismos movimientos que ideó el doctor Ling y que se deben ejecutar en un determinado orden, sin levantar las manos y con el mismo ritmo.

El masaje comienza con unos deslizamientos sedantes (Effleurage), para relajar, o por una fricción (Friction), para hacer que el cuerpo entre en calor. Luego viene una maniobra en sentido centrípeto (hacia el corazón) para que la fluya la sangre y se renueve.

A continuación se realizan los amasamientos (Petrissage), con el fin de tonificar y nutrir los músculos del cuerpo.

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La sesión se puede completar con presiones, percusiones (Tapotement), vibraciones (Vibration) o cacheteos y al final se aplican nuevos movimientos relajantes.

Aunque no se tiene por qué seguir este orden, normalmente se comienza tumbado bocabajo y lo primero que se trabaja es la espalda. Después la parte trasera de cada pierna. A continuación, hay que darse la vuelta para masajear la parte delantera de las piernas, los brazos y por último el cuello y los hombros. En general, una sesión dura entre 45 y 50 minutos, aunque se puede extender hasta los 75-90 minutos si queremos algo más profundo.

Cada técnica se selecciona y adapta según las necesidades del cliente, lo que hace que cada sesión de masaje sueco sea única. El terapeuta puede variar la presión, la velocidad y el enfoque según la respuesta del cliente y los objetivos específicos del tratamiento.

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Al concluir el masaje, el terapeuta te permitirá unos momentos para que te levantes lentamente. Es común sentirse muy relajado y a veces un poco adormecido. El masajista puede darte algunos consejos sobre cómo mantener los beneficios del masaje, como beber agua para ayudar a eliminar las toxinas liberadas durante la sesión. Para terminar, antes de irte, conviene planificar futuras sesiones y acordar con el terapeuta la frecuencia con la que debes volver para mantener los efectos del masaje y continuar con el tratamiento, si es necesario.

Precios del masaje sueco

El precio de un masaje sueco varía mucho, depende del lugar o ubicación donde te lo des, la duración de la sesión, la experiencia del terapeuta y las instalaciones del centro de masajes o spa, así como del objetivo que busques obtener: no es lo mismo un masaje relajante que uno terapéutico, al igual que no te cobrarán lo mismo en un centro de belleza que en un spa o un centro especializado, o en Madrid o Barcelona que en una zona rural, aunque, por regla general, no suele bajar de los 50 euros.

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Por regla general, las sesiones de masaje se ofrecen en intervalos de 30, 60 o 90 minutos. Las sesiones más cortas serán más económicas, mientras que las más largas costarán más:

  • Masaje de 30 minutos: los precios pueden comenzar desde aproximadamente 30 a 50 euros, ideal para quienes buscan un tratamiento rápido o focalizado en áreas específicas como la espalda, el cuello o los hombros.
  • Masaje de 60 minutos: este es el más común y puede costar entre 50 y 80 euros, dependiendo del lugar y la experiencia del masajista.
  • Masaje de 90 minutos: para una experiencia más extensa y profunda, los precios pueden oscilar entre 75 y 120 euros o más, especialmente en spas de lujo.

Lo mejor si vas a hacerte un tratamiento, según recomiendan los expertos, es comprar un bono de al menos seis sesiones, que suele salir más económico y más conveniente si de lo que se trata es de mitigar alguna dolencia. Ten en cuenta también que algunos centros de masaje ofrecen paquetes o descuentos, especialmente durante los días entre semana o durante las horas menos concurridas.

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Antes de reservar, es útil tener referencias por el boca a boca de algún conocido o bien leer reseñas en línea para asegurarte de que el lugar tiene buena reputación y ofrece servicios de calidad. Y asegúrate de que el masajista esté debidamente calificado y tenga experiencia.

Creado: 23 de julio de 2011

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