Un estudio de la Red Española de Investigación en Patología Infecciosa (REIPI), ha descubierto un procedimiento capaz de pronosticar la gravedad de las infecciones que se producen a consecuencia de una candidiasis invasiva. Este hallazgo permitirá individualizar el tratamiento para cada paciente y reducir la morbilidad y la mortalidad asociadas a las micosis invasivas.

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La investigación, realizada por miembros de la REIPI, y publicada en la revista Molecular and Cellular Proteomics, ha empleado una combinación de biomarcadores moleculares “que cubren un rango más amplio de pacientes y características, relacionadas con la capacidad del hongo de producir infecciones”, según explica la doctora Concha Gil, una de las participantes en el estudio.

Con este nuevo método se puede prever la evolución de las candidiasis invasivas y mejorar el tratamiento de los pacientes afectados, adecuándolo a cada caso concreto. Según la doctora Gil al concer de antemano el pronóstico del paciente, se podrá individualizar y adaptar las terapias para abordar este tipo de micosis invasivas, reduciendo la morbilidad y mortalidad asociadas a estas patologías.

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Un hongo que puede ser letal

En condiciones normales, el hongo Candida albicans vive en las mucosas del ser humano sin provocar daños, a excepción de infecciones esporádicas de carácter superficial en la piel o en la mucosa oral o vaginal. Sin embargo, en determinadas situaciones, como cuando se produce una disminución de defensas en el organismo, estos hongos oportunistas pueden incrementar su número y provocar infecciones que, en el caso de pacientes significativamente inmunodeprimidos (por haber recibido un trasplante o estar infectados por el SIDA, por ejemplo), pueden pasar al torrente sanguíneo y afectar a muchos órganos del cuerpo.

Se estima que el hongo Candida albicans es el responsable de la cuarta parte de las infecciones nosocomiales (aquellas que se producen en el entorno hospitalario como consecuencia de una intervención quirúrgica, nutrición o administración de medicación por vía parenteral, estancias prolongadas en unidades de cuidados intensivos, o empleo de antibióticos de amplio espectro). Además, se calcula que el 35% de las infecciones con resultado de muerte que se producen en los hospitales, son causadas por este organismo.

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Actualizado: 16 de enero de 2017

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