Cólico nefrítico
El cólico nefrítico constituye el 3,5% de todas las urgencias hospitalarias, y es la causa más frecuente de dolor urológico, que comienza en la región lumbar y se irradia de forma típica hacia la fosa ilíaca, región inguinal y genitales. Aprende a identificarlo y aliviarlo.

Tratamiento de un cólico nefrítico

Por: Margarita Casado Jiménez

Médico Adjunto en Oncología Radioterápica en el Hospital de la Princesa

Dr. José Antonio Nuevo González

Revisado: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

La intensidad del dolor del cólico nefrítico mueve al paciente a la búsqueda de atención sanitaria urgente para calmarlo. Por ello, es prioritario el tratamiento para combatirlo más que ninguna prueba diagnóstica.

En la actualidad los pilares sobre los que asienta el tratamiento del cólico nefrítico o cólico renal son:

  1. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Se consideran la primera elección del tratamiento analgésico, destacando el dexketoprofeno, diclofenaco y naproxeno. Los dos primeros se suelen administrar por vía intravenosa en casos urgentes. Tan solo estarán contraindicados si existe daño renal previo o alergia a ellos.
  2. Analgésicos anticolinérgicos. Buscapina (bromuro de hioscina). Aunque presenta buena eficacia analgésica para el dolor cólico, no es superior a los AINES, por lo que debe relegarse para complementar los anteriores o sustituirlos en caso de contraindicación.
  3. Analgésicos dipirónicos. Metamizol (Nolotil). Con buena potencia analgésica, tampoco superan a los AINES aunque pueden complementarlos. Su uso prolongado debe vigilarse por los efectos secundarios sobre los glóbulos blancos.
  4. Opioides menores. Tramadol. Actualmente se considera la segunda línea de tratamiento cuando los anteriormente descritos no consiguen mitigar totalmente el dolor. COmo efectos secundarios pueden agravar las nauseas y los vómitos que acompañan al cólico nefrítico.
  5. Antiinflamatorios esteroideos. Prednisona (urbason). En los últimos años se han añadido como parte del tratamiento, consiguiendo aportar mayor grado de efecto antiinflamatorio y analgésico al tratamiento de primera línea.
  6. Fármacos bloqueantes adrenérgicos. Tamsulosina. Habitualmente utilizados para los síntomas de la hipertrofia de próstata, se han venido incorporando en el tratamiento de los cálculos ubicados en la zona más baja del uréter favoreciendo la expulsión de litiasis de pequeño tamaño y muy cercanas a la vejiga.

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Todos estos tratamientos deben complementarse con medicamentos para evitar las náuseas y los vómitos cuando estas están presentes. No está demostrado que un mayor aporte de líquidos mejore el proceso, si bien incluso se puede incrementar el dolor por un aumento de la frecuencia miccional y por tanto de la función del uréter.

Tratamiento de un cólico nefrítico

En casos de cólico nefrítico complicado (fiebre alta, ausencia de micción espontánea, deterioro de la función del riñón) puede ser necesario un tratamiento más agresivo, recurriendo a la derivación de la orina por otro recorrido evitando la obstrucción. Esto se consigue mediante la nefrostomía (drenaje urinario desde el riñón al exterior por un conducto hacia la piel) o la colocación de un catéter doble J (para realizar un puente sobre la obstrucción).

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Y finalmente, para cálculos de un determinado tamaño (menores de 5 mm) que no han originado complicaciones, pero que no son expulsados espontáneamente, la litotricia es una tratamiento ampliamente utilizado y con una tasa de éxito importante. Consiste en fragmentar la piedra a través de ondas de choque bajo el agua. Estos fragmentos de menor tamaño deben posteriormente ser expulsados, con cierto riesgo de que estos también puedan ocasionar cólicos.

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Creado: 21 de julio de 2010

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