Alimentos biodinámicos

La agricultura biodinámica es un tipo alternativo de agricultura cuya característica principal es que entiende la granja como un organismo independiente y autosuficiente, que es capaz de producir todo lo que necesita para mantenerse sin necesidad de recurrir a productos procedentes del exterior. De esta forma, se prioriza la producción, distribución y venta local de los alimentos frente a la producción industrial y a gran escala, asegurando la conservación del suelo y los recursos naturales a largo plazo.

No se debe confundir la agricultura ecológica con la biodinámica, porque aunque compartan similitudes, como que en ninguna de las dos se utilicen pesticidas y herbicidas tóxicos, o que en ambos casos sean sostenibles y respeten los ecosistemas naturales, los alimentos biodinámicos se caracterizan por haber sido cultivados siguiendo un calendario anual que se basa en los ritmos del sol y la luna, y en otras creencias místicas que les aportan supuestos beneficios adicionales.

El creador de la agricultura biodinámica, el filósofo Rudolf Steiner, creía en la influencia del cosmos sobre todos los seres vivos y, por extensión, sobre la agricultura y los ciclos de cultivo. Por ello, los seguidores de este método tienen en cuenta valores esotéricos –fuerzas y energías cósmicas–, o la posición del sol y la luna, a la hora de elegir el mejor momento para realizar todas las labores agrícolas.

Características de la agricultura biodinámica

Hay un sello de calidad, DEMETER, que se utiliza para certificar que un alimento es biodinámico y, para conseguirlo, es necesario que proceda de un sistema de cultivo que cumpla con las normas de la agricultura biodinámica, cuyas principales características son:

• La granja es un organismo autosuficiente, y combina la agricultura y la ganadería para aprovechar todas las posibilidades que ofrecen y mantenerse sin necesidad de productos externos.
• No se pueden utilizar productos químicos en los cultivos, ni fertilizantes ni pesticidas.
• La siembra y la cosecha han de seguir un calendario biodinámico que se basa en las fases lunares y la posición de los planetas. Los ritmos astrológicos son los que determinan los momentos más favorables para cada trabajo agrícola.
• Para fertilizar el suelo se utilizan abonos naturales, como el compost, y lo que se conoce como preparados biodinámicos, que se componen de sustancias homeopáticas, estiércol concentrado, y otras sustancias vegetales, animales y minerales, que han pasado por un supuesto proceso de ritmos naturales en la propia granja.
• La selección de semillas es clave, ya que se escogen aquéllas que tengan una mayor calidad biológica, sean más resistentes a plagas, se adapten mejor al suelo y al clima…
• Las plagas y las malas hierbas se controlan mediante la rotación de cultivos, la asociación de plantas, y productos homeopáticos extraídos de plantas, con propiedades para eliminar insectos, hongos y parásitos, ya que los pesticidas químicos están absolutamente prohibidos.