Lagom, la felicidad en su justa medida

El estilo de vida sueco del lagom también busca la felicidad como el hygge danés, pero en su caso aboga por el menos es más y el equilibrio vital, al tiempo que se distingue por su conciencia ecológica y anticonsumista.
Madre con su hija con muestras de felicidad
El lagom aboga por disfrutar del momento presente, agradecer lo que se tiene, y no postergar los deseos que es posible cumplir.
Adrián Cordellat, periodista

Por: Adrián Cordellat

Periodista especializado en maternidad y comunicación médica

Actualizado: 5 de mayo de 2023

En 2016, el hygge, el secreto de la felicidad danés, entró en nuestras vidas con una fuerza arrolladora. Tanto es así que estuvo entre las 10 candidatas a coronarse como la palabra del año 2016 para Oxford Dictionaries, un reconocimiento que finalmente se llevó, no sin méritos propios, el concepto de ‘posverdad’. El hygge era una prueba más de la ascendencia que están alcanzando los estilos de vida de los países nórdicos en el resto de Europa. Una influencia corroborada ahora de nuevo por un concepto llegado de Suecia para competir con él: el lagom.

Cada persona tiene su lagom particular, un concepto que no implica conformismo, sino que es una invitación a tomar conciencia y disfrutar de lo que se tiene

El lagom (‘laghum’ según su pronunciación) es el estilo de vida sueco del equilibrio, de la búsqueda de la felicidad en “la medida justa” de las cosas. No en vano, la traducción del concepto al español no es literal, sino que puede adaptarse a diversas expresiones castellanas como “en el punto medio”, “lo suficiente” o “la cantidad justa”. Un “ni mucho, ni poco”, al fin y al cabo. Un equilibrio que, evidentemente, es diferente para cada persona (cada uno tenemos nuestro lagom particular) y que en ningún caso implica conformismo, sino que es una invitación a tomar conciencia y disfrutar de lo que se tiene. Que no es poco.

PUBLICIDAD

Cómo aplicar el lagom en tu vida diaria

Como el hygge, por tanto, el lagom tiene también mucho que ver con el disfrutar de las pequeñas cosas. Y no es la única coincidencia: el boom de ambas ha sido aprovechado igualmente en primer término por el campo de la decoración, siempre atento a las inspiradoras corrientes nórdicas. Y tras los dos conceptos hay también una llamada a la conexión con el momento presente, al disfrutar del ahora, aparcando todos esos dolores de cabeza que nos acompañan 24 horas al día sin que muchas veces seamos capaces de desconectar de ellos.

Lagom
La conciencia medioambiental y el reciclaje forman parte de la filosofía Lagom.

El radio de acción del lagom, sin embargo, supera con creces al del hogareño estilo de vida danés, y  se extiende a todos los ámbitos: al buscar un equilibrio saludable en todas las áreas de la vida, incluyendo el trabajo, la alimentación, el ejercicio, el tiempo libre y las relaciones personales. No en vano, su búsqueda del equilibrio, de “lo suficiente”, se traduce en un estilo de vida que quiere poner freno al consumismo desbocado en el que andamos inmersos (vivir en la medida justa implica comprar sólo lo necesario); que aboga por el reciclaje (no se tiran las cosas porque sí, como tampoco se compra por comprar); y que, por lo tanto, es también una forma de trabajar el autocontrol y saber cuándo parar (en la era del comportamiento compulsivo) y de promover el consumo responsable y sostenible, tan necesario en estos tiempos de cambio climático y de necesidad de conciencia medioambiental en los que vivimos.

PUBLICIDAD

La postergación y los futuribles que nunca se cumplen tampoco tienen cabida para los fieles seguidores del lagom. Y es que se ha de intentar que el trabajo no fagocite tu tiempo de ocio y evitar mantras del tipo ‘un día de estos…’ (rellenar los puntos suspensivos con ‘nos tomamos algo y nos ponemos al día’; ‘me apunto a pádel’ y otras ilusiones que siempre se nos quedan en el tintero dejando nuestra anhelada felicidad un peldaño más lejos. Coge el toro por los cuernos, pon orden en tu rutina diaria y aborda aquellos pequeños detalles que pueden iluminar tus días.

Suecia, un país feliz

En los dos últimos informes sobre la felicidad a nivel mundial, elaborados por la ONU, Suecia ocupa el décimo lugar entre los 155 países que forman parte del estudio. La alta esperanza de vida de sus ciudadanos, las bajas desigualdades sociales, un estado de bienestar envidiado en otros rincones de Europa y unas políticas de conciliación familiar y laboral punteras, convierten al país nórdico en una cuna del buen vivir y en una garantía de alta calidad de vida para sus ciudadanos.

Estocolmo
Suecia ocupa el décimo lugar entre los 155 países más felices del informe de la ONU.

Si a todo ello sumamos el estilo de vida lagom no es difícil entender por qué Suecia ocupa el lugar que ocupa en cada edición del World Happiness Report. Aun así, sin embargo, esta búsqueda del equilibrio tiene sus detractores (como no podía ser de otra forma), que señalan al lagom y su permanente búsqueda de equilibrio como la causa del frío carácter de los ciudadanos suecos y de las pocas ideas innovadoras que surgen del país. Y es que todo aquello que se vuelve mainstream, tiene sus haters.

PUBLICIDAD

Creado: 7 de noviembre de 2017

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD