La alimentación de la madre influye en la genética del feto

Determinados factores ambientales como la alimentación de la madre, incluso antes de la concepción, influyen para que algunos de los genes del feto se expresen o no, lo que puede afectar a la salud del futuro bebé.
La alimentación de la madre influye en la genética del feto
La dieta en el embarazo afecta a los genes del bebé

La exposición del feto a determinados factores ambientales mientras se desarrolla en el útero materno influye para que algunos de sus genes se expresen o no. Entre estos factores destaca la nutrición durante el embarazo y, según los resultados de un nuevo estudio publicado en Nature Communications, incluso la dieta que sigue una mujer en el momento de la concepción también podría afectar a la salud de su futuro bebé.

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Investigadores del Grupo de Nutrición Internacional MRC de la Facultad de Medicina e Higiene Tropical de la London School de Reino Unido y de la Unidad MRC en Gambia decidieron analizar los efectos que tenía la alimentación de la madre desde el inicio de la concepción en las modificaciones del genoma de su hijo.

Para ello, se seleccionó a un grupo de 2.000 mujeres de Gambia, algunas de las cuales habían quedado embarazadas durante la estación seca, y otras durante la estación de lluvias. Esta clasificación era importante porque se trata de personas que consumen los alimentos que ellos mismos producen, y la climatología influye significativamente en su tipo de dieta.

La dieta que sigue una mujer en el momento de la concepción y durante la gestación puede alterar el genoma del feto y afectar a la salud del futuro bebé

Los científicos midieron las concentraciones de nutrientes en la sangre de los dos grupos de mujeres y, posteriormente, analizaron muestras de sangre y folículos pilosos de los bebés cuando estos tenían entre dos y ocho meses de edad. Según sus conclusiones, la dieta de la mujer al quedar embarazada tuvo un impacto significativo sobre las características del ADN de su hijo.

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Estos expertos observaron que los bebés que habían sido concebidos durante la estación húmeda presentaban mayores tasas de metilación –proceso natural que modifica químicamente el ADN– en los seis genes estudiados, que estaban relacionados con los nutrientes que se consumían durante esta época.

Los autores del estudio han explicado que ambas situaciones, la alta o la baja metilación, pueden ser positivas o negativas en función de la información genética que estén activando o suprimiendo, y que es necesario continuar investigando el papel que desempeña la alimentación materna en la metilación del ADN y sus repercusiones en la salud de los descendientes.

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Actualizado: 1 de agosto de 2017

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