Ajo, un alimento indispensable
El ajo es un producto muy apreciado tanto por los profesionales de la sanidad como por los de la cocina debido a sus múltiples usos y beneficios. Conoce sus virtudes y cómo solventar sus aspectos negativos.

El ajo en la cocina: olor, conservación, recetas…

Arantza Ruiz de las Heras

Por: Arantza Ruiz de las Heras

Dietista-Nutricionista, Complejo Hospitalario de Navarra

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

A continuación te presentamos algunas consideraciones a tener en cuenta sobre el ajo, tanto en lo que concierne a los problemas que conlleva su olor o la mejor manera de conservarlos o pelarlos:

  • Para eliminar de forma sencilla y duradera el olor de los útiles de cocina y nuestras manos tras la preparación con ajo, es recomendable lavar los utensilios, como el cuchillo o la tabla de cortar, y las manos, colocándolas debajo de un chorro de agua fría, hacia abajo y sin frotarlas. De esta manera, se arrastran los componentes y, al no frotar, no se generan más compuestos volátiles. Desde luego, antes de realizar esta limpieza, no es conveniente tocarse los ojos o mucosas por la irritación que se puede producir.
  • El problema de la halitosis ocasionada por el ajo se puede mejorar con algunos trucos. Quitar el germen del interior de los dientes de los ajos o dejarlos a remojo con agua fría antes de su uso, puede ayudar en muchos casos. Masticar algunas hojas de hierbabuena o menta también contrarresta de manera bastante efectiva el mal aliento.
  • Respecto a su conservación, es una hortaliza que, almacenada en un lugar fresco, seco y alejado de la luz, aguanta bastante tiempo manteniendo todas sus propiedades. No es necesaria su conservación en frío.
  • Pelar los ajos puede ser un pequeño quebradero de cabeza para algunos. En el video que te proponemos abajo encontrarás una manera sencilla y sorprendente para dejarlos listos y bien pelados en menos de diez segundos.

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Vídeo: Cómo pelar los dientes de ajo en menos de 10 segundos

Recetas con ajo

El ajo se puede preparar de mil maneras: desde algo tan sencillo como el pan untado con ajo y aceite de oliva con o sin jamón, hasta una elaborada receta tradicional como un consistente guiso castellano, pasando por el ajoblanco o la sopa de ajo. Las patatas con ali-oli o una pasta salteada; una dorada al estilo Orio con sus ajitos, también, dorados o la escarola con ajito bien picado; un revuelto de ajetes tiernos o una escalivada muy veraniega y refrescante; un ajoarriero en su punto o el pollo al ajillo.

Pollo al ajillo

Todas deliciosas y todas con el ajo entre sus ingredientes. ¿Quién puede resistirse a sus encantos?

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Creado: 27 de julio de 2012

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