Dr. Manuel Jiménez Ucero

Especialista en nutrición y autor de ‘Los secretos de la nutricosmética’
El doctor Manuel Jiménez Ucero nos propone en su nuevo libro, ‘Los secretos de la nutricosmética’, un reencuentro con la naturaleza para prolongar la juventud y, con ella, la belleza.
Entrevista: Dr. Manuel Jiménez Ucero
“La forma más sencilla y breve de definir la nutricosmética es como la intersección o el punto de cruce entre la alimentación y el cuidado personal”

29/06/2012

No se puede detener el tiempo, pero sí retrasar los signos del envejecimiento, por dentro y por fuera. La belleza empieza por la salud, y la dieta juega un papel fundamental para mantener el equilibrio interior. El doctor Manuel Jiménez Ucero, autor de ‘Los secretos de la nutricosmética’ (Editorial Planeta) nos propone un reencuentro con la naturaleza para prolongar la juventud y, con ella, la belleza. Hablamos con este experto en nutrición y en medicina preventiva sobre nutracéutica y nutricosmética, dos conceptos que se basan en el empleo de sustancias naturales, exentas de productos químicos, especialmente concebidas para prevenir diversas afecciones y ayudar en su tratamiento –en el caso de la nutracéutica– y para que nuestro organismo obtenga todos los nutrientes esenciales que le permitan combatir las agresiones externas y el deterioro de las células responsables del envejecimiento. Como explica el Dr. Jiménez Ucero, la nutricosmética nos ayudará a conseguir una “larga juventud”.

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Nutricosmética

¿En qué consiste la nutracéutica? ¿Y la nutricosmética?

Si nos remontamos a la antigüedad, la Naturaleza nos curaba a través de raíces, de infusiones, de extractos… Eso lo hemos ido perdiendo y se ha ido entrando en un mundo de síntesis químicas. La nutracéutica es la recuperación, a través de procesos industriales, de aquellos principios naturales. Así, en lugar de sintetizar productos artificiales, se vuelven a extractar las sustancias que eran beneficiosas para emplearlas en la solución de problemas que consideramos de gran prevalencia, como la obesidad, el exceso de grasa en la sangre, la diabetes… La nutracéutica es la curación de afecciones, o la ayuda a la curación de las mismas, mediante extractos nutricionales concentrados, pero no obtenidos por la mano del hombre, sino extraídos de la Naturaleza.

Dentro de la nutracéutica está la nutricosmética, que es una parte de la nutracéutica constituida por aquellos productos, aquellos principios, que buscan sobre todo la belleza exterior, el cuidado personal. La forma más sencilla y breve de definir la nutricosmética es como la intersección o el punto de cruce entre la alimentación y el cuidado personal; es decir, cómo nos cuidamos desde dentro, porque nuestro cuerpo se construye desde dentro. Y la cosmética nos lo quiere construir o reconstruir desde fuera, y ese es un camino complementario, pero no completo. Tampoco es equivocado, porque ayudar a contrarrestar los estragos que nos llegan desde fuera es útil, pero es mucho más útil reconstruir desde dentro con estos principios que son los que nuestro cuerpo necesita para reconstituir bien sus estructuras.

¿Cuáles son los principales ingredientes naturales que se emplean en nutricosmética?

La belleza de cualquier cuerpo se fundamenta en la salud; o sea, para tener un cuerpo bonito, hay que tener un cuerpo sano. Y para tener un cuerpo sano hemos de procurar tener un cuerpo no envejecido; por tanto, aunque se encuentre en la órbita de la nutracéutica, el nutricosmético fundamental que necesita un ser humano a partir de la edad media de la vida son los antioxidantes, para que sus tejidos no envejezcan, porque un tejido joven es un tejido bello, y el antioxidante es el bombero que llega del exterior y ayuda a nuestros bomberos internos, que con la edad se van perdiendo, a apagar el fuego que nos quema la vida. La vida es una combustión que ha de ser lenta y ordenada, en el momento en que se desordena, se producen llamas, y esas llamas generan chisporroteo, que son los radicales libres que bombardean nuestras células y que se neutralizan a través de enzimas interiores como el glutatión o las reductasas, pero con la edad nuestras células las van perdiendo, los bomberos del cuerpo se van minimizando, y entonces cada vez es más necesario aportar desde fuera esos antioxidantes.

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Los más naturales y efectivos, la tríada mágica de los antioxidantes, son la vitamina A, la vitamina E y la vitamina C; esas tres vitaminas son un refuerzo apaga-fuegos fundamental. Después ya vienen los otros antioxidantes –los polifenoles– que son los extraídos de arándanos, de frutos rojos, de hollejos de uva, de pepita de uva, todo esto tan en boga y que parece que hemos redescubierto, el resveratrol. El resveratrol ha existido siempre y se despreciaba, y ahora la nutracéutica ha visto que en el hollejo y la pepita de la uva hay un potentísimo antioxidante, que adecuadamente formulado sirve para que nuestras células estén más cómodas. Muchas bodegas de La Rioja y de la Ribera de Duero están ganando más dinero con las pieles de la uva que con el vino, y ya hay grandes bodegas que tienen una planta de elaboración de resveratrol en cápsulas que vende la propia bodega.

La nutricosmética se adapta a nuestro tipo de vida y nos ofrece, en una simple pastillita, todo el betacaroteno que necesitamos, cuando para obtenerlo a través de la dieta tendríamos que comer cinco o seis zanahorias al día

¿Dónde vamos a notar más los efectos de los nutricosméticos?

La nutricosmética es buena para el cuerpo, la cara, para los cabellos y uñas, para el perfil de los ojos… actúa incluso como drenante de la zona ocular, que es un tejido que drena muy bien si se le dan los elementos nutricionales que ayudan a eliminar, por ejemplo, esas ojeras de la mañana. Para eso hay muchísimos recursos. Fíjese a donde llegan los japoneses, que tienen un chicle que ya se vende en Japón y Estados Unidos, que se llama Fuwarinka, y funciona como un desodorante. Usted mastica quince minutos ese chicle y durante seis horas todos los poros de su cuerpo exhalan olor a rosas. Eso es nutricosmética pura. Es un polifenol, extractado de fruta, que transmite ese olor a las glándulas sudoríparas.

El hialurónico extraído de pescado consigue corregir en tres meses las microarrugas faciales, y prolongar hasta un 25% la duración de los tratamientos de hialurónico que se practican en medicina estética utilizando inyecciones

Si nos centramos en la cara, que es lo que más preocupa a cualquier mujer, que son las que más vigilan su estética –aunque el hombre también y cada vez más–, ¿puede la nutricosmética ayudar a corregir las arruguitas, las patas de gallo, el ‘código de barras’, la ‘arruguita de la marioneta’…? Sí, por ejemplo, con hialurónico extraído de pescado, de peces de aguas profundas, que en este momento es el líder mundial en los nutricosméticos faciales, y que consigue corregir en tres meses las microarrugas faciales y prolongar hasta un 25% la duración de los tratamientos con ácido hialurónico que se practican en medicina estética utilizando inyecciones. Se trata de una ayuda natural que consigue muy buenos resultados.

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Existe, además, una variada gama de complementos que hacen que la piel crezca sana, natural, no pigmentada, y se proteja sobre todo de la agresión solar. Y ahí podríamos destacar como otro nutricosmético estrella los betacarotenos, que también son antioxidantes polifenólicos, que se extractan de frutos coloreados. En este sentido, La nutricosmética se adapta a nuestro tipo de vida y nos ofrece, en una simple pastillita, todo el betacaroteno que necesitamos, cuando para obtenerlo a través de la dieta tendríamos que comer cinco o seis zanahorias al día. Creo que es más fácil que alguien se tome una pastilla de las muchas marcas que comercializan el extracto de betacaroteno, a que se tome la cantidad de zanahorias que serían necesarias, antes de la temporada de verano, para que su piel comience a pigmentarse ordenadamente y se prolongue su bronceado. Además, los suplementos de betacaroteno van a proteger la piel de las radiaciones ultravioletas nocivas, que estará así mucho más protegida contra el cáncer de piel. No es que la nutrición en general, o los nutricosméticos en particular, puedan evitar que una persona desarrolle un cáncer de piel si está predispuesta a ello, pero sí constituyen un factor de protección.

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Antes de comenzar un tratamiento de nutricosmética, ¿conviene consultar con un médico?

Por el momento, en España, los médicos no están en general preparados para resolver las dudas del paciente en el aspecto nutracéutico o nutricosmético. En Estados Unidos y en Japón la nutracéutica ahora ya es un boom, -solo en Estados Unidos alcanzó doce billones de dólares de facturación el año pasado, y todos los supermercados de Norteamérica parecen ya farmacias-, mientras que en nuestro país está empezando, y algunos supermercados ya tienen secciones donde ofrecen este tipo de productos; sin embargo, el médico es el que aún no se ha enterado. Y con todo el respeto por mis compañeros, no existe un solo libro divulgativo sobre este tema en toda Europa. Y es que el mundo médico vive instalado en la ortodoxia de la medicina asistencial; la medicina preventiva no se está trabajando lo suficiente, y es mucho más sencillo prevenir con elementos naturales y baratos. La nutracéutica es muy barata y consigue unos resultados a largo plazo equiparables totalmente a la farmacología. Podemos mejorar entonces de forma natural y sin meternos química en el hígado para que la depure. Todas las grandes compañías farmacéuticas ya han visto las extraordinarias posibilidades de la nutracéutica, y están desarrollando nuevos productos. Pero será la presión popular la que conseguirá que el médico se conciencie sobre la necesidad de recuperar ese entorno no químico, sino extractado de principios naturales y sintetizado y concentrado en una capsulita, en un stick, en un sobrecito, en una presentación…

La medicina preventiva no se está trabajando lo suficiente, y es mucho más sencillo prevenir con elementos naturales y baratos. La nutracéutica es muy barata, y consigue unos resultados a largo plazo equiparables totalmente a la farmacología

Un ejemplo es el arándano rojo americano, que previene las infecciones urinarias. Ya los indios americanos curaban este tipo de infecciones así, y en los congresos de urología se ha reiterado que el extracto de arándanos previene la infección de ‘Escherichia coli’, porque la ‘Escherichia coli’ no puede anidar en una vejiga por la que ha pasado antes un extractito de arándano que ha bloqueado los puntos en los que se fijaba la bacteria. Suprimiendo las infecciones por incontinencia y las infecciones por prostatismo podríamos evitar mucho cáncer de próstata y mucho cáncer de vejiga. Eso con una frutita. Por tanto, es una doctrina de reencuentro con el pasado, bajo una filosofía ilusionada, que se basa en que si cambio mis hábitos puedo encontrarme más sano, mejor, y más presentable durante mucho tiempo, y debemos luchar por eso. En el entorno médico todavía hay un escepticismo grande en la utilización de medios naturales, cuando la demanda farmacológica es tan brutal en nuestro país, tan exagerada e injustificada, ya que solo está justificada por la incultura, porque pretendemos siempre buscar el milagro. En ese sentido, el nutricosmético no es inmediato. El que se quiera tomar uno hoy y mañana estar guapo está perdido, mejor que no lo pruebe.

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¿Es conveniente combinar los nutricosméticos con otros tratamientos estéticos?

Un concepto importante a tener en cuenta es el que hace referencia a lo que yo llamo 'twincosméticos', y que son precisamente una combinación que actúa desde fuera y desde dentro. En Estados Unidos, ya hace tiempo que se están vendiendo estos tratamientos combinados, directamente en el supermercado; es decir, la nutricosmética viene y viene muy fuerte. La combinación de cosmética externa y nutricosmética tiene distintas aplicaciones, desde planes para rejuvenecer y mejorar el aspecto de la piel, hasta tratamientos dirigidos a protegerse del sol… Una empresa francesa fue la pionera en hacer un envase único en el que se incluyen el pulverizador (para aplicación externa) y las pastillas de un tratamiento antienvejecimiento para la piel. Son también los primeros, a nivel europeo, que empezaron con fórmulas antiedad extremas. La combinación acción inmediata acción lenta es el futuro de la cosmética.

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Efectos de la nutricosmética

Además de mejorar el aspecto físico, ¿qué influencia tiene la nutricosmética sobre la salud?

La nutrición, bien llevada, protege de muchas afecciones, y culturas ‘menos civilizadas’ –entre comillas– que las occidentales, están usando remedios naturales. En otras, como las sociedades orientales, toman por ejemplo cantidades ingentes de y no hay ni la mitad de obesidad que en occidente; en las islas del Pacífico toman los extractos de algas marrones y entre la Polinesia y Hawai no existe el cáncer de piel. ¿Podemos decir que el Fucoidan extraído de la laminaria japánica impide el cáncer de mama? Seguro que no, pero forma parte de un conjunto de factores: un aire limpio, una vida pacífica, inexistencia de estrés y una dieta rica en alimentos vegetales, y procedentes del mar, que contribuyen a reducir el riesgo de desarrollar esa patología.

Una pauta nutracéutica antienvejecimiento debe basarse en la perseverancia, en un factor de seguimiento, porque no existe el milagro, hay que saber construir el milagro

El mar nos tiene aún que dar muchas sorpresas en cuanto a los beneficios para la salud que puede ofrecernos. El Fucoidan se extrae de la laminaria japánica, que es un alga marrón, de la que se obtiene un polvo marrón que se comprime en capsulitas. Cuando ocurrió el tsunami en Japón y se produjo el accidente de la central de Fukushima, debido a la especulación se vendieron a 500 dólares los envases de 90 cápsulas de Fucoidan, porque se trata de un potenciador del sistema inmune. Yo no puedo decir que el Fucoidan va a prevenir el cáncer, pero un entorno de vida más sana, y con unos estimulantes inmunitarios naturales, seguro que lo que no vamos a hacer es daño, y si no hacemos daño ya estamos buscando un beneficio.

¿Cuánto tarda en apreciarse el resultado de un tratamiento de nutricosmética?

Nuestra piel, la que vemos, está muerta; casi cada semana perdemos una capa córnea de la piel, y salen las de dentro, que crecen continuamente, y ese proceso se va renovando a lo largo de la vida. El nutricosmético tiene que actuar desde el fondo a la superficie. Por eso no se puede esperar ver nada antes de un mes. A partir de este tiempo mínimo, la piel empezará a ponerse más bonita, y va a tardar unos tres meses en aflorar del todo, y seis meses en estar resplandeciente. Siempre y cuando exista perseverancia.

Eso es imprescindible fundamentalmente por dos cosas; primera, porque no tomamos los nutrientes necesarios en la alimentación desordenada que llevamos, y nuestro cuerpo echa de menos todos esos antioxidantes, polifenoles, vitaminas, oligoelementos… Algunos de esos elementos pueden ser micro necesarios, como el cromo, que en cantidad grande nos mata, y en cambio en cantidad microscópica es necesario, y a veces ni eso le damos durante muchos meses. La aportación de nutricosméticos contribuye a generar ese equilibrio, que actúa paulatinamente de dentro hacia fuera. Y el segundo factor es que los elementos agresivos que nos desgastan y nos envejecen, y nuestros malos hábitos, actúan constantemente, acelerando el deterioro físico día tras día.

Por lo tanto, una pauta nutracéutica antienvejecimiento debe basarse en la perseverancia, en un factor de seguimiento. Por ejemplo, se puede hacer 15 días cada mes, pero todos los meses, o durante tres meses seguidos, y luego un mes sí y otro no. Es muy importante insistir en la necesidad de ser perseverante, un factor clave de la nutricosmética, porque no existe el milagro, hay que saber construir el milagro, y saber además cómo acreditarlo. Hay una prueba maravillosa, que es la prueba fotográfica. Comprobar el ‘antes y el después’, que es algo que hace un médico especialista en estética cuando te pone un poco de hialurónico o un poquito de bótox para que puedas comprobar después el cambio. Eso mismo lo puede hacer cualquiera, en su casa, tomando una foto de las zonas que quiere mejorar, antes y después del tratamiento.

¿Son muy caros los tratamientos de nutricosmética?

Yo creo que se puede permitir económicamente si se compara con otros hábitos que tenemos. Por ejemplo, se puede establecer un plan nutracéutico bien construido con 60 euros al mes como tope, que es un precio que se puede pagar, porque si lo podemos gastar en tabaco, ¿por que no emplearlo en productos que nos van a hacer tanto bien? Ese es mi criterio, y se trata de una labor de apoyo para mantenerte funcionalmente bien y estructuralmente perfecto. Eso es lo máximo a lo que podemos aspirar el día de mañana, a lo que nuestra generación ha conseguido, la larga juventud –no eterna, larga–, a través de descifrar la clave genética y a través de las células madre aplicadas a la regeneración de órganos; gracias a estos avances tenemos una prometedora larga vida sin problemas. Pero para llegar a eso, hay que ser candidato. Actualmente hay gente como la generación de los ‘baby boomers’ –los que nacimos tras la Guerra Mundial y hasta principios de los 60–, que no queremos ser viejos, no queremos intoxicarnos de química, y queremos reconectar con la naturaleza y buscar la salud a través de medios que no nos intoxiquen, y mantenernos en buen estado para, si llega el caso, poder disfrutar de todo lo que nuestra generación ha aportado a la humanidad.

Los ‘baby boomers’ no queremos ser viejos, queremos buscar la salud a través de medios que no nos intoxiquen, y mantenernos en buen estado para poder disfrutar de todo lo que nuestra generación ha aportado a la humanidad

Curiosamente, aunque no se sabe explicar, el segmento social mejor candidato a saberse muy bien este libro y a usar lo que en él se dice, es este sector de población que está en las capas superiores de la sociedad -socioeconómica y políticamente-, y que, además, se puede permitir, no ese gran gasto, sino ese pequeño gasto que suponen los tratamientos de nutricosmética. Aunque el que quiera gastarse 1.000 euros al mes en un plan nutracéutico también puede hacerlo. Por eso en el libro hemos puesto las web de todas las empresas que distribuyen nutricosméticos, para que los lectores puedan consultar todos los productos y sus características.

¿Se pueden preparar los nutricosméticos en casa y obtener resultados similares a los de los productos que se comercializan?

Claro, el libro incluye también una lista de la compra. Hay que quitar de la nevera lo que no está ahí, y hay que poner lo que sí está. También hay un montón de recetas, como las infusiones beneficiosas de salud y belleza, las bebidas y los batidos rejuvenecedores… y se explica en qué están basados sus efectos. Pero no creas que sale mucho más barato comprar los alimentos necesarios para preparar los concentrados apropiados, a lo mejor resulta más económico comprar las cápsulas, aunque sea más romántico hacerlo uno mismo. En el libro hay recetas para preparar ensaladas, tofu, seitán, algas wuakames y noris… Y aunque nos puedan sonar raros estos términos al principio, ahora ya encontramos estos alimentos en casi todos los supermercados.

También se pueden emplear mascarillas hechas con elementos naturales para limpiar el cutis, y los polifenoles, tan buenos para la piel, salen de las frutas de colores; por tanto, todas las frutas de colores son un magnífico cosmético. Ahora, lo difícil es hacerlo penetrar. Gracias a Dios sobrevivimos en este planeta tan agresivo porque nuestra piel es sumamente impermeable, por ello es más fácil abordar la piel desde dentro. Eso ocurre con algunos productos que se anuncian para reducir el volumen corporal, que en realidad no son efectivos, mientras que la misma arcilla vegetal, tomada por vía oral, reduce mucho más y facilita la evacuación intestinal, con lo cual la eliminación de materia fecal, grasas y gases sí que hace bajar de volumen.

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