Cómo mantenerse hidratado
En verano perdemos mayor cantidad de líquidos corporales, y es necesario reponerlos bebiendo más e incluyendo en la dieta alimentos ricos en agua. Te damos las pistas para que el calor no te deshidrate.

Hidratación en niños, mayores o embarazas: necesidades

Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 28 de julio de 2022

Algunos grupos poblacionales, como los niños, las embarazadas o la tercera edad, o bien aquellas personas que practican ejercicio al aire libre en verano, deben tener en cuenta algunas recomendaciones concretas sobre cómo hidratarse, ya que en ellos es aún si cabe más importante el realizar una buena hidratación:

  • Hidratación tras el ejercicio

    Hidratación al hacer ejercicio

    Cuando realizamos ejercicio, sobre todo si es intenso, también aumentan las necesidades de líquido, aunque no sea verano, por lo que debes prestar especial atención a nuestra hidratación durante el entrenamiento. Al practicar deporte la temperatura de nuestro cuerpo sube y, para regularla, se produce la sudoración. A través del sudor no sólo perdemos agua, sino también sales minerales, por eso para los deportistas están especialmente recomendadas las bebidas isotónicas, que contienen sales minerales y azúcares a la misma presión osmótica que la sangre, lo que facilita la asimilación de estas sustancias por parte del organismo.

    Para evitar que se produzca un episodio de hipoglucemia, y sobre todo si el ejercicio es intenso y prolongado, o se realiza en un ambiente húmedo y caluroso, es conveniente ingerir bebidas isotónicas que, además, agilizan la recuperación y mejoran el rendimiento del deportista. Aunque el agua es su principal componente, las bebidas isotónicas contienen también pequeñas cantidades de sales minerales, potasio, calcio, magnesio, azúcares y glúcidos simples y compuestos.

  • Hidratación en la tercera edad

    Hidratación en verano en la tercera edad

    Con la edad, el mecanismo de termorregulación corporal se altera y por ello en las personas mayores suele disminuir la sensación de sed. Esto puede originar perjuicios a los mayores porque si esperan a tener sed para beber pueden deshidratarse e, incluso, sufrir un golpe de calor. Las recomendaciones para las personas de la tercera edad son, en general, las mismas que para el resto de la población: beber entre 6 y 8 vasos de líquidos a diario, y aportar el resto de líquidos necesarios para el organismo mediante el consumo de alimentos ricos en agua como frutas y verduras.

    En este caso, sin embargo, y para evitar las molestias que puede ocasionar tener que levantarse a orinar durante la noche, se aconseja que beban más durante la mañana y primeras horas de la tarde, y reduzcan la ingesta de líquidos cuando se acerque la hora de acostarse. Además, beber uno o dos vasos de agua al levantarse favorece la motilidad intestinal. Aparte de agua, en verano es conveniente que los mayores tomen bebidas que contengan azúcares de absorción rápida y sales minerales, que contribuyen a conseguir una buena hidratación y facilitan la ingesta gracias a la variedad de sabores.

  • Hidratación en embarazadas

    Hidratación en embarazadas

    Si estás embarazada es muy importante que te mantengas bien hidratada y, además, una ingesta adecuada de líquidos contribuye a disminuir otras molestias propias del embarazo, como el estreñimiento, la boca seca, la retención de líquidos, el aumento de la temperatura corporal… Sobre todo en verano, asegúrate de llevar siempre contigo una botella de agua, que te recuerde que debes beber con frecuencia, y come mucha fruta de temporada, como melón, sandía, melocotones, peras…

  • Hidratación en niños

    Hidratación en niños

    Los niños pequeños, al igual que las personas mayores, son más propensos a sufrir deshidrataciones y golpes de calor. Vigila que beban lo suficiente, sobre todo cuando estén al aire libre o realizando alguna actividad física, como nadar. Aunque tomen refrescos, estos no sustituyen al agua que, en el caso de los más pequeños, es la bebida más recomendable. Cuando estés en casa, puedes preparar zumos de frutas con agua y un poco de azúcar y ponerlos en un molde en el congelador; seguro que es fácil convencerles de que se coman los polos, aunque no tengan sed.

    Para comer, intenta acostumbrarles a las sopas frías, como el gazpacho, el ajoblanco, la crema de puerros… La diarrea y los vómitos son las causas más frecuentes de deshidratación en los niños pequeños y los bebés; en estos casos se debe consultar siempre a un profesional sanitario.

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Creado: 8 de agosto de 2011

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