Mindful Eating, alimentación consciente
El mindful eating nos enseña cómo disfrutar la comida de forma consciente y sin remordimientos. Su secreto: comer cuando aparece el hambre física y dejar de usar los alimentos como una anestesia emocional.

Pautas para practicar Mindful Eating

Leire Moneo

Por: Leire Moneo

Periodista experta en alimentación

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Existen cursos especializados que nos enseñan a poner en práctica las técnicas de Mindful Eating en apenas ocho semanas. Sin embargo, tal y como nos confirman Javier García Campayo y Pilar Casanova, reputados expertos en la materia, para iniciarnos en esta disciplina de forma progresiva es posible poner en práctica algunos consejos que nos ayudan a cambiar la forma en la que nos relacionamos con la comida poco a poco y en nuestra propia casa:

  • Preguntarnos si tenemos hambre antes de iniciar una comida. Resulta imprescindible pararnos a pensar si existe hambre física de comer. Si la respuesta es no, debemos preguntarnos para qué queremos comer y a partir de ahí tomar una decisión.
  • Dejar los cubiertos encima de la mesa entre bocado y bocado. De esta manera, frenamos el ansia de comer automáticamente, lo que nos permite ser más conscientes de lo que pasa en nuestro estómago. Parar entre bocado y bocado nos ayuda a detectar la sensación de saciedad que nos da el cuerpo para tomar la decisión de terminar.
Mujer practicando el mindful eating
  • Utilizar platos pequeños. Con ello conseguimos tener la sensación visual del plato lleno, pero controlando las proporciones. Si al terminar sigues con hambre, se puede repetir, pero de una forma consciente.
  • Dejar siempre algo de comida en el plato. Así acostumbramos a la vista y al inconsciente a que puede quedar comida sin la obligación de tomarlo todo. “Hay personas que tienen enraizada la idea de que hay que comer todo lo que se pone en el plato, incluso cuando ya no tienen más hambre y debemos romper con esa regla siempre y cuando nuestro cuerpo nos diga que ya no tiene la necesidad de seguir comiendo”, detalla Pilar Casanova.
  • Destinar al menos 20 minutos a comer. Está demostrado que la sensación de saciedad no llega hasta pasados los 20 minutos de comida, por eso es importante masticar despacio, siendo conscientes de lo que ingerimos y de lo que esos nutrientes significan para nuestro organismo.
  • Comer sentado y sin estímulos externos. Hay que evitar comer de pie, incluso cuando tomamos un aperitivo o un tentempié, ya que eso dificulta la tarea de ser consciente de lo que comemos. Además, es importante evitar el uso de la televisión, del teléfono móvil o del ordenador mientras lo hacemos, pues nos impide disfrutar de lo que ingerimos. La conversación relajada y pausada con otra persona es la mejor compañía.
Comer consciente

Al seguir estos pequeños trucos en nuestro día a día podremos ser capaces de reconocer mejor las señales de hambre, saciedad o de sentirnos llenos que vamos a ir experimentando. “No hay manera correcta o incorrecta de comer, pero sí sabemos que las distracciones que no permiten llevar nuestra atención al acto de comer puede llevarnos a no alimentarnos conscientemente”, asegura Javier García Campayo.

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Creado: 23 de noviembre de 2016

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