El brócoli protege contra el cáncer de mama

Brócoli
El sulforafano que contiene el brócoli se relaciona con la estimulación de mecanismos antitumorales naturales

Un nuevo estudio presentado durante la reunión anual de la American Association for Cancer Research, muestra que comer alrededor de 150 gramos diarios de brócoli u otras plantas crucíferas –como las coles de Bruselas, la coliflor, el repollo, la col y el nabo– es beneficioso para las mujeres que sufren cáncer de mama, y ofrece una protección adicional contra esta enfermedad.

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Numerosas investigaciones previas avalan las propiedades saludables del sulforafano –una sustancia antioxidante que contiene el brócoli–, que se relaciona con la estimulación de los mecanismos antitumorales naturales del organismo, por lo que contribuye a prevenir el cáncer, y también se considera que tiene un efecto positivo sobre la piel y evita el envejecimiento cutáneo prematuro.

Las mujeres que comieron 150 gramos diarios de brócoli u otras crucíferas fueron un 24% menos propensas a fallecer por cáncer de mama, y tuvieron un 19% menos probabilidades de que la enfermedad recidivara

Aunque este estudio no es el primero que preconiza las ventajas de comer brócoli para las pacientes con cáncer de mama, se trata de uno de los más extensos. En el estudio participaron alrededor de 5.000 mujeres chinas que habían superado un cáncer de mama –diagnosticado entre los años 2002 y 2006– y que tenían edades comprendidas entre los 20 y los 75 años.

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Los investigadores dividieron a las pacientes en cinco grupos, dependiendo de la cantidad de crucíferas que incluía su dieta y, tras cinco años de seguimiento, comprobaron que las que más vegetales de este tipo ingerían –150 gramos diarios– fueron un 24% menos propensas a fallecer a causa de cáncer de mama, y tuvieron un 19% menos probabilidades de que el cáncer recidivara, y hasta un 58% menos posibilidades de morir por cualquier otra patología, en comparación con el grupo con menos crucíferas en su dieta (54 gramos diarios).

Los autores del trabajo tuvieron en cuenta también el estilo de vida de las participantes en el estudio, así como otros factores que podían interferir en los resultados, como la edad de la paciente y el estadio del cáncer en el momento del diagnóstico, el tratamiento que había seguido, si practicaba ejercicio, y otros características de su alimentación, entre otros.

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La especialista en cáncer Aditya Bardia, del Massachussets General Hospital de Boston, explica que el estudio no demuestra que el consumo de brócoli sea el único responsable de estos resultados tan favorables, porque pueden intervenir otros factores, tanto dietéticos, como relacionados con los hábitos de vida de las pacientes, y que también se debe tener en consideración que la dieta propia de los países asiáticos es muy diferente a la occidental. Sin embargo, los datos merecen ser evaluados en próximas investigaciones, con el objeto de determinar hasta que punto las propiedades anticancerígenas que parecen tener estos vegetales dependen de la cantidad y el tipo de crucífera ingerida.

Actualizado: 30 de enero de 2020

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