Un grupo de investigadores de la Universidad de Copenhague ha comprobado que para que se ponga en marcha el sistema inmunitario del organismo, es imprescindible que exista un nivel apropiado de vitamina D en la sangre, y que las células T que forman parte del mismo pueden no activarse cuando no hay suficiente vitamina D porque, como explica el profesor Carsten Geisler, del Departamento de Salud Internacional, Inmunología y Microbiología, antes de combatir a los patógenos, las células T activan un receptor para obtener vitamina D y, si no consiguen la necesaria, no pueden actuar.

PUBLICIDAD

Las células T tienen la función de combatir a los patógenos externos que atacan el cuerpo humano, como las bacterias, los virus, y determinadas sustancias tóxicas. Para poder llevar a cabo su misión, se unen a los patógenos invasores y se multiplican con el fin de destruirlos. Una vez  activadas, estas células tienen también la posibilidad de almacenar las características de los patógenos para su posterior reconocimiento por parte del sistema inmune.

Aunque los científicos ya saben el decisivo papel que cumple la vitamina D en procesos como la absorción de calcio, y en la prevención de enfermedades como la osteoporosis, el cáncer o la esclerosis múltiple, hasta ahora se desconocía su importante contribución al funcionamiento del sistema inmunitario. En opinión del profesor Geisler, este hallazgo podría contribuir a luchar contra infecciones y epidemias mundiales, y servir para desarrollar nuevas vacunas y en el tratamiento de enfermedades autoinmunes.

PUBLICIDAD

Actualizado: 11 de septiembre de 2017

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD