Una dieta rica en calorías mejora el pronóstico de ELA

Un estudio ha revelado que incrementar la cantidad de calorías en la dieta –sobre todo carbohidratos– prolonga la supervivencia y mejora la calidad de vida de los pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Una dieta rica en calorías mejora el pronóstico de ELA
Las calorías podrían ser positivas en la dieta del paciente con ELA

Un estudio realizado en Estados Unidos por médicos del Hospital General de Massachussets (MGH) ha revelado que incrementar la cantidad de calorías en la dieta –sobre todo procedentes de carbohidratos– puede aumentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

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La investigación mostró que los pacientes que recibieron una alimentación por sonda alta en calorías vivieron más tiempo y sufrieron menos complicaciones asociadas a su enfermedad que aquellos a los que se les suministró una fórmula de alimentación estándar con el objetivo de mantener su peso. 

Los autores del trabajo –que se ha publicado en Lancet– han explicado que es la primera vez que se demuestra que una intervención dietética puede ayudar a que pacientes con ELA tengan mejor pronóstico y mejores expectativas de vida, y que los resultados obtenidos están avalados por datos epidemiológicos y procedentes de estudios en animales.

Los pacientes que recibieron una alimentación por sonda alta en calorías procedentes de carbohidratos vivieron más tiempo y sufrieron menos complicaciones

Las personas con esta enfermedad generalmente pierden mucho peso debido tanto a la atrofia de sus músculos por falta de uso como a que ellos son incapaces de ingerir las calorías suficientes para mantener un peso adecuado. En su caso es aconsejable que reciban nutrición complementaria a medida que la enfermedad progresa, mediante un tubo que pasa directamente al estómago.

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Hace años se observó que había una relación entre la desnutrición y una menor esperanza de vida en estos pacientes, y diversos estudios también confirmaron que la enfermedad parecía progresar más lentamente en los enfermos con mayor peso, y que estos tenían tendencia a vivir más.

La nueva investigación se llevó a cabo con 24 pacientes con ELA que recibían nutrición complementaria por sonda y habían perdido un importante porcentaje de peso, a los que se dividió en tres grupos. El grupo control recibió la fórmula elaborada para mantener su peso, y a los otros dos grupos se les suministró una dieta que les proporcionaba el 125% de las calorías necesarias para mantener su peso. Una de las fórmulas destinada a estos grupos era alta en grasas y la otra rica en carbohidratos.

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Los mejores resultados se obtuvieron con los pacientes que fueron alimentados con la dieta rica en carbohidratos, que ganaron peso y no sufrieron episodios adversos durante el estudio. Además, en el seguimiento posterior –cinco meses después de la intervención–, ninguno de estos pacientes falleció, mientras que sí murieron tres del grupo control y uno de los que recibió una alimentación rica en grasas.

Actualizado: 25 de abril de 2017

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