Hacer deporte, beneficioso a cualquier edad

Un estudio revela que incluso las personas que comienzan una actividad física tras la jubilación pueden obtener beneficios: desde prolongar su expectativa de vida hasta reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas.
Grupo de personas de distintas edades muestran equipamiento deportivo
Hay deportes para todas la edades.

Nunca es demasiado tarde para empezar a hacer deporte, y aunque lo ideal es practicar ejercicio moderado con regularidad desde la infancia, un nuevo estudio concluye que incluso las personas que comienzan una actividad física después de la jubilación, pueden conseguir grandes beneficios para su salud, desde prolongar su expectativa de vida hasta reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

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Evitar el sobrepeso, y controlar la presión arterial y los niveles de colesterol, son solo algunos de los efectos beneficiosos que tiene para la salud la práctica de ejercicio físico. Ahora, un estudio que se ha publicado en ‘Archives of Internal Medicine’ ha analizado la influencia que tiene el deporte –caminar, nadar, ir al gimnasio– sobre la calidad de vida a largo plazo, y si esta influencia también se dejaba notar cuando las personas comenzaban a hacer ejercicio en la tercera edad.

El ejercicio físico en la edad adulta contribuye a un envejecimiento saludable, reduce el riesgo de sufrir patologías crónicas, y mejora significativamente la calidad de vida

Las conclusiones no han podido ser más positivas, y es que el ejercicio físico en la edad adulta contribuye a un envejecimiento saludable, disminuye las posibilidades de padecer patologías propias de la vejez, y mejora significativamente la calidad de vida. Así, y según lo observado en la investigación, mejorar los hábitos de vida y pasar de caminar o correr de forma ocasional a hacerlo regularmente –con una media de 16 kilómetros semanales–, puede reducir hasta un 20% la probabilidad de sufrir una enfermedad crónica a los 65 años o más.

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Ciertos factores como la herencia genética, el nivel socioeconómico y la raza de las 18.670 personas evaluadas en este estudio han podido influir en los resultados del mismo; por ello, Diane E Bild, del departamento de Ciencias Cardiovasculares del Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de Bethesda, en Maryland (Estados Unidos), opina que sería conveniente realizar un nuevo estudio que tuviera en cuenta todos estos parámetros, para establecer definitivamente la relación entre la actividad física y la calidad de vida en la vejez.

Aunque otro estudio, realizado en Suecia por investigadores del Centro de Investigación del Envejecimiento del Instituto Karolinska de Estocolmo, ha llegado incluso a especificar cuántos años de vida se pueden conseguir adoptando unos hábitos de vida saludables a partir de los 75 años de edad.

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Según los autores de esta investigación –en la que se analizaron datos de 1.810 personas de 75 o más años que fueron seguidas durante un periodo de 18 años–, aquellos que empezaron a caminar, nadar o hacer gimnasia, vivieron dos años más que los que no lo hicieron. Si unieron a la práctica de deporte otras ‘sanas costumbres’ como una dieta equilibrada, abandonar hábitos nocivos, y mantenerse activos socialmente, los hombres llegaron a vivir hasta seis años más, y las mujeres, cinco. Observaron que, incluso tras cumplir 85 años, un estilo de vida saludable puede alargar la esperanza de vida cuatro años.

Actualizado: 7 de agosto de 2017

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