Hacer ejercicio mejora el pronóstico del cáncer de mama

Realizar ejercicio físico con regularidad disminuye el riesgo de recaída en las pacientes con cáncer de mama e incrementa su supervivencia, porque estimula y refuerza el sistema inmunológico y previene la obesidad.
Mujeres haciendo ejercicio al aire libre
La actividad física también tiene efectos psicológicos positivos porque reduce el estrés y mejora la autoestima.

Realizar ejercicio físico disminuye el riesgo de recaída en las pacientes con cáncer de mama e incrementa su supervivencia, según ha explicado la doctora Laura García Estévez, responsable de la Unidad de Mama del Centro Integral Oncológico Clara Campal HM CIOCC. Según esta experta, practicar deporte estimula el sistema inmunológico del organismo y lo refuerza, lo que contribuye a disminuir la inflamación, a mejorar la circulación sanguínea y a potenciar el sistema cardiovascular.

Evitar el sobrepeso es muy importante en el caso del cáncer de mama porque la obesidad puede suponer un alimento para este tipo de tumores

Además, la actividad física periódica permite controlar el peso y regular los niveles de colesterol y azúcar en sangre, y tiene efectos positivos a nivel psicológico porque reduce el estrés, favorece la autoestima y provoca la liberación de endorfinas, que generan sensaciones placenteras.

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Evitar el sobrepeso es muy importante en el caso del cáncer de mama porque la obesidad es una fuente de estrógenos que en algunos casos pueden suponer un alimento para este tipo de tumores, por lo que hacer ejercicio como mínimo tres veces por semana ayuda a no engordar.

Lo ideal, según la Dra. García Estévez, es elegir algún ejercicio con el que la mujer disfrute, como correr o caminar, nadar, bailar, etcétera, y si no se ha practicado deporte con anterioridad también es conveniente disponer de un entrenador personal o apuntarse a actividades en grupo hasta que se adquiera el hábito de mantenerse activo.

Si la paciente se encuentra fatigada a consecuencia del tratamiento contra el cáncer, esta especialista señala que debe adecuar la actividad a su estado y comenzar a pasear en cuanto sea posible. Y para prevenir el linfedema, una hinchazón del brazo como consecuencia de la acumulación de líquido linfático tras la extirpación de ganglios de la axila, existen unos ejercicios específicos que la mujer debe realizar después de la cirugía, y que le explicarán en el servicio de Rehabilitación.

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Actualizado: 7 de agosto de 2017

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