Lesiones de menisco, abordaje conservador o quirúrgico
Los movimientos bruscos y exagerados, los traumatismos y el desgaste, dañan los meniscos. Te explicamos cómo se producen las lesiones de menisco, y cuáles son sus síntomas y sus opciones de tratamiento.

Tratamiento y prevención de las lesiones de menisco

Julián Martínez San Juan, osteópata

Por: Julián Martínez San Juan

Osteópata, quiromasajista deportivo y técnico superior deportivo

Actualizado: 19 de octubre de 2023

Dependiendo de la gravedad de la lesión, de la actividad del paciente, e incluso de la edad del mismo, el tratamiento de las lesiones de menisco podrá de ser de tipo no quirúrgico o quirúrgico.

Tratamiento no quirúrgico de las lesiones de menisco

Se aplica en lesiones leves como desgarros sencillos, esguinces moderados, etcétera. El tratamiento no es invasivo y el patrón a seguir se explica con las siglas R.H.I.C.E:

  • R. Reposo: lo más beneficioso en los primeros estadios de casi la totalidad de las lesiones. Una estructura dañada necesita un descanso; de no ser así, los daños se mantendrían en el tiempo y la zona no se recuperaría completamente.
  • HI. Hielo: el mejor aliado por su efecto analgésico, pero sobre todo antiinflamatorio. Se aplicará varias veces al día en sesiones de dieciocho minutos. Es importante recordar que nunca se debe aplicar directamente sobre la piel.
  • C. Compresión: el vendaje supone una ayuda contra el desarrollo de la hinchazón y protege la zona, creando una sensación de descanso.
  • E. Elevación: la finalidad de esta pauta es evitar la inflamación elevando la zona afectada por encima de la línea del corazón.

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Simultáneamente a estas pautas, es conveniente la medicación no esteroidea para paliar los efectos de la inflamación y el dolor. La fisioterapia completará la correcta rehabilitación de los meniscos dañados.

Tratamiento quirúrgico de las lesiones de menisco

Para los casos graves la solución pasa por la cirugía reparativa. Actualmente este tipo de intervenciones son poco agresivas y han reducido enormemente los tiempos de recuperación, como es el caso de la rodilla, en la que una simple artroscopia subsana un problema de meniscos sin mayores complicaciones. Fundamentalmente, una operación de esta índole consiste en limar la zona desgastada para eliminar el desgarro, o bien recortar la parte dañada en caso de rotura.

Tratamiento de una lesión de menisco

Prevención de las lesiones de menisco

La prevención de estas lesiones es genérica; es decir, que debido a su carácter accidental e impredecible, son de difícil predicción, y por lo tanto no existe un mecanismo de defensa propio. Por ello, únicamente se puede reducir el riesgo de sufrir estas lesiones tomando ciertas precauciones:

  • Fortalecimiento muscular: mantener los músculos que rodean la rodilla fuertes y equilibrados puede ayudar a proteger la articulaciónm al darle mayor estabilidad y aliviar la carga a los meniscos. Esto incluye los músculos cuádriceps y los isquiotibiales. Un fisioterapeuta puede ayudarte a diseñar un programa de ejercicios adecuado para fortalecer estos músculos.
  • Mantén un peso saludable: el exceso de peso puede aumentar la presión en tus rodillas y aumentar el riesgo de lesiones de menisco. Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular puede ser beneficioso.
  • Ejercicio adecuado: participa en deportes y actividades que sean adecuados para tu nivel de condición física y nivel de habilidad. Aprende las técnicas adecuadas para evitar movimientos bruscos que puedan ejercer presión sobre tus rodillas.
  • Calentamiento y estiramiento: antes de realizar actividades físicas, realiza un calentamiento adecuado para aumentar el flujo sanguíneo y preparar tus músculos y articulaciones. Después del ejercicio, realiza estiramientos para mantener la flexibilidad.
  • Utiliza equipo de protección: si practicas deportes de contacto o deportes que ponen estrés en las rodillas, como el esquí, considera el uso de equipos de protección, como rodilleras.
  • Evita el sobreentrenamiento: no te exijas en exceso en tus actividades deportivas o de ejercicio. Escucha a tu cuerpo y descansa cuando sea necesario para evitar el agotamiento y las lesiones.
  • Superficie adecuada: al practicar deportes o correr, elige superficies adecuadas para minimizar el impacto en tus rodillas. Las superficies más suaves, como el césped o las pistas de atletismo, son más amigables para las articulaciones que el pavimento o el concreto.
  • Técnica adecuada: aprende y utiliza una técnica adecuada en deportes y actividades que puedan poner estrés en las rodillas. Esto puede incluir el aterrizaje adecuado al saltar o correr.
  • Ejercicios de equilibrio: realiza ejercicios de equilibrio y coordinación para fortalecer los músculos que estabilizan la rodilla y mejorar la propriocepción.
  • Descanso y recuperación: escucha a tu cuerpo y permite tiempo para el descanso y la recuperación después de actividades físicas intensas.

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Creado: 22 de septiembre de 2014

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