Bebidas isotónicas
Cuando estamos practicando algún ejercicio intenso o prolongado y las fuerzas fallan solemos recurrir a un buen trago de una bebida isotónica para hidratarnos. Aprende cómo utilizarlas como es debido.

Cuándo no se debe tomar bebidas isotónicas

Arantza Ruiz de las Heras

Por: Arantza Ruiz de las Heras

Dietista-Nutricionista, Complejo Hospitalario de Navarra

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Como casi todo en esta vida, llega un momento en el que se pone de moda una cosa y parece que no podemos sobrevivir sin ella. Hace algunos años le tocó el turno a las bebidas isotónicas. Todo el mundo tomaba estas productos a todas horas sin saber muy bien para qué servían y pensando que eran muy nutritivas.

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Como hemos visto, son un recurso muy adecuado si se utilizan bien, pero no son en absoluto necesarias ni recomendables como sustitutos del agua o tomados como bebida refrescante. El motivo es muy sencillo. Estos productos tienen una composición encaminada a reponer nutrientes gastados o perdidos en el esfuerzo físico. En los casos en que esos elementos (agua, sales minerales, azúcares, etcétera) no se hayan gastado, lo que estamos haciendo es añadirlos por encima, y esto, en ningún caso, es recomendable.

Es probable que un exceso no muy grande de agua se elimine bien pero el exceso mineral puede acarrear algún riesgo si este abuso se produce de forma continuada. Tampoco es fácil eliminar el exceso de azúcares, ya que su almacenamiento se transforma en grasa corporal.

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Ni siquiera se consideran las bebidas isotónicas beneficiosas o eficaces en deportes que no cumplan determinadas características de duración o intensidad, como para ser usadas en personas que no han practicado o practican deporte alguno. Para el resto de los mortales: agua es lo mejor.

Creado: 5 de noviembre de 2013

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