Las infecciones urinarias pueden adelantar el parto

Los cambios fisiológicos que se producen en el embarazo hacen a la mujer más propensa a sufrir infecciones urinarias que, si no se tratan, pueden causar complicaciones como un parto prematuro o bajo peso del bebé al nacer.
Embarazada junto al doctor con un test de orina
El análisis de orina durante el embarazo detecta la posible presencia de gérmenes

Se estima que alrededor del 10% de las mujeres embarazadas sufren infecciones urinarias, un trastorno que puede poner en riesgo su salud y la de su futuro bebé, y tener consecuencias indeseadas como un parto prematuro, bajo peso al nacer, o incluso afectar a las vías urinarias y al riñón.

Los cambios fisiológicos que se producen durante el embarazo hacen que la mujer sea más propensa a sufrir infecciones urinarias. Es muy importante, por lo tanto que la gestante se realice análisis de orina periódicamente y, de hecho, lo habitual es realizar uno en cada trimestre de embarazo.

Los cambios fisiológicos que se producen durante el embarazo hacen que la mujer sea más propensa a sufrir infecciones urinarias

En el primer trimestre de embarazo, el urocultivo puede detectar la presencia de gérmenes, como la bacteria Escherichia coli –responsable de hasta el 85% de los casos de este tipo de infecciones–, y que necesita de la administración de un tratamiento con antibióticos, que no atraviesen la barrera de la placenta para evitar que puedan afectar al feto en desarrollo.

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Para prevenir las infecciones urinarias los expertos recomiendan tener una higiene íntima adecuada, prestando especial cuidado al limpiarse tras defecar, y hacerlo con un movimiento que vaya de delante hacia atrás para no contaminar con bacterias la zona genital, usar ropa interior de algodón, orinar con frecuencia, y beber suficiente agua (como mínimo ocho vasos al día).

Las relaciones sexuales durante el embarazo no suponen ningún problema, salvo que la gestante presente sangrado o molestias, o su médico se lo haya contraindicado por alguna razón, pero también en este caso hay que vigilar mucho la higiene, y orinar antes y después del coito, para evitar en lo posible la transmisión de bacterias que podrían dar lugar a una infección de orina.

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Actualizado: 14 de agosto de 2019

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