Embarazo molar o mola hidatiforme
Qué es un embarazo molar o mola hidatiforme
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
El embarazo molar o mola hidatiforme es una masa de células anormales formadas a partir de tejido de la placenta. Estas células, que se convierten en un tumor, proceden de un óvulo fecundado que no se desarrolla correctamente. Es la forma más benigna de la enfermedad trofoblástica gestacional (ETG), un tipo de cáncer femenino poco frecuente que se caracteriza por la aparición de células cancerosas en los tejidos que se forman tras la concepción.
PUBLICIDAD
Causas del embarazo molar
La causa del embarazo molar es que el óvulo fecundado presenta una anomalía cromosómica que hace que la placenta se convierta en una masa de quistes denominada mola hidatiforme. Aunque se desconoce por qué ocurre esto, los embarazos molares son más frecuentes en mujeres de más de 40 años, y ciertos estudios asocian el déficit de algunas proteínas con más probabilidades de sufrir este trastorno, por lo que se aconseja que las mujeres que desean ser madres lleven una dieta rica en proteínas de origen animal (pescados, huevos, carnes magras, lácteos…) y vitamina A para prevenir su aparición.
Este tipo de embarazos son inviables y es imposible que lleguen a término ya que el embrión, o no se desarrolla como debería, o directamente no existe. Por ello, conviene interrumpirlo en cuanto se tiene conocimiento de su existencia. Afortundamente, es una complicación que solo se presenta en una de cada 1.500 gestaciones, y no impide que la mujer vuelva a quedarse embarazada posteriormente; además, el riesgo de recurrencia es de tan solo el 1-2%.
PUBLICIDAD
Tipos de embarazo molar
Hay dos tipos de embarazo molar, dependiendo de la existencia o no de embrión:
- Un embarazo molar parcial presenta cierto desarrollo fetal (que en la mayoría de los casos no es normal y no continúa) y una placenta anómala.
- En un embarazo molar completo la placenta también es anormal, pero no hay ningún feto.
Síntomas del embarazo molar
La mola hidatiforme se sitúa en el útero como si se tratase de un embarazo corriente, por lo que los primeros síntomas del embarazo molar se corresponden con los de una gestación normal, y el test de embarazo dará positivo. Sin embargo, la placenta crece deprisa, por lo que el aumento de volumen del abdomen de la mujer es mayor de lo que debería ser.
PUBLICIDAD
Los principales síntomas que pueden indicar la presencia de un embarazo molar son:
- Incremento de los niveles de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG).
- Náuseas y vómitos habituales e intensos.
- Excesivo crecimiento del útero.
- Hemorragia vaginal.
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Preeclampsia
- Síntomas de hipertiroidismo, como una pérdida de peso sin razón.
- Hinchazón de las extremidades inferiores.
- Expulsión de materia (parecida a granos de uva) procedente de la vagina.
Diagnóstico del embarazo molar
En su fase inicial es complicado el diagnóstico porque es similar a un embarazo normal. Un análisis de sangre mostrará unos niveles muy altos de gonadotropina coriónica humana (GCH), conocida como hormona del embarazo, aunque esto es frecuente en el inicio de la gestación, por lo que no es determinante.
PUBLICIDAD
El médico puede realizar una exploración pélvica para comprobar si se han producido variaciones inusuales en el tamaño o la forma del útero. En un embarazo molar, además, no se detectan latidos cardiacos ni movimiento fetal, y en la ecografía se observará que la placenta es anormal.
Tratamiento y pronóstico del embarazo molar
El embarazo molar puede terminar en un aborto espontáneo, pero si esto no sucediera, o quedaran restos, sería preciso eliminar totalmente la mola, generalmente mediante un legrado por aspiración. Solo si es imprescindible se realiza una histerectomía (extirpación del útero), ya que con este procedimiento quirúrgico se priva a la mujer de quedar nuevamente embarazada y en el 80% de los casos la mola hidatiforme es benigna (no cancerosa).
PUBLICIDAD
Posteriormente se realiza un seguimiento de la paciente, con análisis periódicos de sangre que miden la concentración de gonadotropina, a fin de comprobar si el nivel de la hormona ha vuelto a la normalidad, lo que debe suceder en aproximadamente ocho semanas. Esto indica que la mola ha sido erradicada con éxito pero, para una mayor seguridad, no es conveniente que la paciente quede embarazada antes de un año, ya que un nuevo embarazo aumentaría los niveles de gonadotropina y podría solapar la existencia de restos de la mola.
Si los niveles de gonadotropina aumentan o no se normalizan, es necesario realizar pruebas adicionales para comprobar si el tumor se ha extendido, invadiendo el miometrio (mola invasora o corioadenoma destruens) o se ha convertido en un coriocarcinoma (cáncer asociado al embarazo). El tratamiento (cirugía, quimioterapia, radioterapia) depende de que exista o no metástasis.
PUBLICIDAD
Pronóstico de un embarazo molar
El pronóstico del embarazo molar es excelente cuando la mola hidatiforme se diagnostica en un estadio temprano, y prácticamente el cien por cien de las pacientes se recupera sin complicaciones y conserva su función reproductiva.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que entre un dos y un tres por ciento de las molas hidatiformes se transforman en un coriocarcinoma, que se puede extender a otras partes del cuerpo (metástasis).
Creado: 28 de septiembre de 2010