Movimientos fetales
Los movimientos fetales tienen un gran valor preventivo: observa durante la gestación cómo y cuándo se mueve tu bebé para saber que está creciendo bien o, por el contrario, acudir a tu médico si intuyes que algo va mal.

Movimientos fetales por estimulación externa

Amparo Luque

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 29 de julio de 2022

¿Los movimientos de tu bebé pueden responder a estímulos externos? El comportamiento del feto dentro del vientre materno es objeto de constante investigación. Muchos estudios indican que hay relación entre la actividad intrauterina y la extrauterina. Sin embargo, esta influencia no es tan clara según Eduard Gratacós, director del centro de medicina materno-fetal BCNatal, del Hospital Clínic de Barcelona y Hospital Sant Joan de Déu, que considera que la respuesta a esos estímulos es inconsciente.

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“Los movimientos que hace el feto no son conscientes, dependen de una parte del cerebro muy baja que llamamos ganglios basales. El feto aún tiene una gran desconexión cerebral (los cables del cerebro se van conectando una vez que nacemos), aunque ya aparecen unas conexiones mínimas a partir de las 29-30 semanas y, de una forma más clara, desde las 32-34 semanas. El bebé nota cuando su madre le habla o le pone música, aunque esto le llega muy amortiguado; percibe como una vibración. No entiende las palabras, pero sí algunos giros particulares del lenguaje materno”.

La primera percepción de los movimientos fetales suele ser como un “burbujeo”

Es decir, este cerebro aún muy en formación, no ha empezado a tener percepciones claras y no ha desarrollado lo que nosotros entendemos como razonamiento. Pero evidentemente “es positivo que se le estimule y que la madre le transmita amor y equilibrio vital”, explica el doctor Gratacós.

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Eso sí, verás que cuando tú te relajas los movimientos de tu pequeño se hacen más obvios (especialmente cuando estás tumbada o durante la noche). Pero, por el contrario, hay diferentes situaciones maternas que pueden reducir la percepción de los movimientos fetales como fumar, haber tomado alcohol o alguna medicación sedante o antidepresiva, el estrés acusado, un ayuno prolongado o pasar mucho tiempo de pie o haciendo actividad física.

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Creado: 15 de junio de 2015

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