Noveno mes de embarazo
A partir del noveno mes de gestación el parto puede presentarse en cualquier momento, así que conviene que estéis preparados para el comienzo de la aventura de ser padres. Conoce qué ocurre en las últimas semanas.

Semana 37 de embarazo: evolución y controles

David Saceda

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 5 de octubre de 2022

El parto puede presentarse en cualquier momento a partir de ahora. Los controles médicos son frecuentes en la semana 37 de embarazo y ayudan a conocer aproximadamente cuándo será el día del nacimiento.

El bebé en la semana 37

El bebé, que fácilmente alcanza los 50 centímetros de longitud y los 3 kilogramos de peso, tiene la cabeza encajada en la pelvis, ya sea la mamá primeriza o no. En este momento es muy importante conocer muy bien su tamaño para saber si va a tener o no problemas para atravesar la pelvis, el cuello del útero y la vagina.

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Sus movimientos ya son muy escasos porque el espacio en el útero es muy pequeño, pero siguen produciéndose. Su cuello se flexiona aún más, para dejar la coronilla en la punta que avanza a través de la pelvis, y presiona el agua que queda debajo de ella para que vaya acortando y borrando el cuello del útero.

La mamá en la semana 37 de gestación

Estos días la mamá sentirá cierto alivio para respirar. Esta mejora ocurre porque, al descender el bebé hacia la pelvis, el útero comprime menos los pulmones y es más fácil respirar profundamente. Sin embargo, el descenso del bebé hace que la vejiga de la mamá se comprima más y orine con más frecuencia todavía. Es también normal que sienta más pesadez en las nalgas y en la pelvis, que le causa dificultades para levantarse del asiento.

Embarazada preparando la maleta para el hospital

Ningún remedio casero ha demostrado su eficacia para acelerar el parto, aunque pasear y permanecer activa es saludable y puede contribuir a agilizar el nacimiento del bebé. Ciertas medicinas y sustancias naturales sí pueden precipitar el parto, pero esto es muy peligroso para el bebé y la mamá, y solo un médico puede determinar si es necesario adelantar un parto.

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Pruebas en la semana 37 de embarazo

En las visitas al especialista siempre se realizarán exploraciones del cuello del útero porque este dato es el que aporta más información para saber si el parto está próximo. La ecografía muestra cuánto mide el cuello uterino de largo, y si ya  ha comenzado a borrarse por el avance de la cabeza del bebé.

Es también frecuente utilizar el amnioscopio. Es un tubo que se introduce a través del cuello del útero y permite ver el interior del mismo. Así se puede comprobar qué color tiene el líquido amniótico, que siempre debe ser claro como el agua. Si es marrón o verde puede indicar una infección, o que el bebé ha expulsado el meconio (lo que puede derivar en el síndrome de aspiración del meconio), lo que significa que ha perdido su bienestar en el interior del útero.

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Creado: 29 de septiembre de 2010

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