Oxitocina en el parto
La oxitocina es una hormona que segrega de forma natural el organismo, y que llegado el momento provocará el inicio del trabajo de parto. Te explicamos cómo funciona y cuándo se recurre a su empleo artificial.

Funciones de la oxitocina

Por: María Alba Jiménez

Licenciada en Medicina por la Universidad de Alcalá de Henares y pediatría en el Hospital General de Villalba

Actualizado: 28 de junio de 2022

La liberación de oxitocina es necesaria para que comience el trabajo de parto, pero ¿cómo se pone en marcha esta hormona? ¿Cuáles son los mecanismos que hacen que entre en acción?

A lo largo del embarazo la oxitocina ha sido liberada en pequeñas cantidades desde la neurohipófisis y, al iniciarse el trabajo de parto, uno de los primeros fenómenos que ocurren es una dilatación parcial del cuello del útero, y esta dilatación es capaz de inducir la liberación de grandes cantidades de oxitocina.

PUBLICIDAD

Otro estímulo que favorece la liberación de la hormona en el momento del parto es la presión que ejerce la cabeza del bebé sobre el fondo del útero. A este fenómeno se le conoce como reflejo de Ferguson y es muy importante para asegurar la liberación continua de oxitocina a lo largo del parto.

Contracciones uterinas y trabajo de parto

Cuando la oxitocina liberada en el torrente sanguíneo desde el cerebro llega a los receptores de oxitocina presentes en el útero –que se han ido formando durante todo el embarazo gracias a la acción de los estrógenos para permitir un buen trabajo de parto–, esta hormona comienza a estimular el músculo liso de este órgano, consiguiendo realizar así su principal función: iniciar las contracciones uterinas que van a permitir la expulsión del bebé.

PUBLICIDAD

Las contracciones del parto suelen ocurrir a intervalos regulares, y a medida que avanza el parto el periodo de tiempo entre una contracción y la siguiente es cada vez menor (llegando a producirse con una frecuencia de tres cada diez minutos), y se van haciendo más intensas y prolongadas (hasta 60 segundos) hasta que se consigue el expulsivo.

Mujer con contracciones durante su embarazo

Es muy interesante señalar que no solo es imprescindible la oxitocina materna para conseguir un buen trabajo de parto, y se ha visto que la oxitocina producida por el propio feto ejerce también un papel decisivo. De hecho, se ha comprobado que hay una secreción de oxitocina fetal a lo largo del parto, y se ha observado que en los fetos en los que debido a malformaciones craneales no hay hipófisis, el trabajo de parto es más laborioso de lo normal.

PUBLICIDAD

Otras funciones de la oxitocina

Además de desencadenar el inicio del trabajo de parto, la oxitocina tiene también otras funciones muy importantes que describimos a continuación:

Papel de la oxitocina en la lactancia 

La oxitocina interviene en la secreción de la leche materna. Cuando el bebé succiona el pezón de la glándula mamaria, se produce un reflejo que estimula la liberación de oxitocina. Esta hormona llega por la sangre a las mamas, donde va a provocar la contracción de los conductos de la glándula, permitiendo así la salida de la leche materna.

También se ha observado que la liberación de oxitocina puede desencadenarse en la madre por otros estímulos psíquicos, como pueden ser el llanto del bebé, el juego con el niño, o incluso la sola presencia de éste cerca de la madre.

PUBLICIDAD

Oxitocina en otros procesos biológicos 

La acción de la oxitocina también interviene en multitud de procesos biológicos del cuerpo humano:

  • A nivel cardiovascular puede producir hipotensión y aumento de la frecuencia cardiaca.
  • Es la encargada de promover las contracciones del útero durante el coito, que van a favorecer el transporte del esperma y su llegada hasta el óvulo para fecundarlo.
  • La oxitocina participa de forma activa en el control de las emociones humanas, y se la ha relacionado con ciertos comportamientos como el vínculo madre-hijo, la fobia social, la empatía, y la capacidad de aprendizaje y la memoria. 

Creado: 3 de febrero de 2014

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD