Maniobra de Hamilton
La maniobra de Hamilton es un método de inducción del parto que consiste en despegar con el dedo las membranas amnióticas de la pared del útero. Conoce cuándo está indicada, sus ventajas y sus posibles riesgos.

Posibles riesgos de la maniobra de Hamilton

Parto de un bebé
La maniobra de Hamilton es una práctica contraindicada en caso de placenta previa.
Amparo Luque

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

La finalidad de la maniobra de Hamilton es clara: desencadenar el parto en gestaciones que se prolongan más allá de la semana 40. Pero también puede facilitar el proceso de otro modo; como señala Silvia Arévalo, obstetra y responsable de la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, además puede ser útil para “iniciar la maduración cervical, por lo que si no comienza el trabajo de parto y es necesaria la inducción, las condiciones del cuello uterino serían más favorables”.

Riesgos de la maniobra de Hamilton

Sin embargo, esta práctica también conlleva una serie de molestias y riesgos:

  • Ligero sangrado, que puede ser de color rojo intenso, o más marronáceo. Es importante que la gestante está informada para que no se alarme por ello.
  • Molestias propias de efectuar la maniobra e introducir el dedo en el cuello del útero; aunque leves.
  • Rotura prematura de las membranas que “implicaría la necesidad de realizar una inducción del parto si, una vez pasadas unas horas, no empieza de forma espontánea”, indica la experta Arévalo. Y es que romper esta barrera de protección de manera prematura aumenta el riesgo de infección.
  • Expulsión del tapón mucoso.
  • Aparición de contracciones, que hay que controlar.
  • La maniobra de Hamilton o despegamiento manual de las membranas es una práctica contraindicada en caso de placenta previa.

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Por último, hay que destacar que la mujer debe estar correctamente informada de que se le va a realizar esta práctica y de sus posibles complicaciones, porque ha de dar su consentimiento (normalmente, es suficiente el verbal). A partir de ahí, es el profesional médico el que decidirá si es pertinente llevarla a cabo o no lo es, porque sea necesario finalizar el embarazo.

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Creado: 28 de agosto de 2017

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