Primeras pruebas médicas al recién nacido
Nada más llegar al mundo tu bebé será sometido a algunas pruebas de rutina con el fin de comprobar su correcto estado de salud. Conoce por qué y cómo se realizan para tu mayor tranquilidad.

Pruebas médicas al bebé en la sala de maternidad

Dra. María Teresa Romero Rubio

Por: Dra. María Teresa Romero Rubio

Pediatra en el Hospital de Manises (Valencia)

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Si el parto se ha desarrollado con normalidad, lo prioritario es favorecer el contacto piel con piel entre madre e hijo y minimizar la separación entre ambos. Las pruebas médicas al bebé que a continuación resumiremos suelen ser realizadas por el personal sanitario llevándose al recién nacido a alguna sala de maternidad contigua, aunque en la mayoría de los casos se permitirá que esté acompañado de alguno de sus padres.

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Otoemisiones acústicas

Es un método sencillo para detectar hipoacusia en el bebé. La sordera puede ser de muchos tipos y deberse a distintas causas, pero habitualmente no se hace evidente hasta que el niño cumple un año o empieza a hablar. Por ello, se recomienda un cribado universal de la audición para que los casos se detecten lo antes posible y poder así establecer las pautas adecuadas para su tratamiento.

Primeras pruebas médicas al recién nacido: audición

Para ello se utiliza un sistema portátil que consta de un transductor con un pequeño auricular que se coloca dentro del conducto auditivo externo y que registra la respuesta del oído interno ante un estímulo sonoro. Aunque habitualmente las otoemisiones acústicas se hacen mientras el niño está aún en el hospital, hay ocasiones en las que la prueba no es concluyente debido a los repliegues auriculares del bebé, que impiden la correcta transmisión. En ese caso se vuelve a citar a los padres en unos días para repetir la prueba, y si tras varios intentos sigue sin salir se remite a la consulta de Otorrinolaringología para completar la valoración.

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Pruebas metabólicas o ‘pruebas del talón’

Se basan en la extracción de una gota de sangre tras pinchar en el talón del bebé para su posterior análisis. La sangre se transfiere a un papel especial, llamado tarjeta de Guthrie y se remite al laboratorio. Se trata del programa de cribado neonatal (PCN). Habitualmente se realizan dos pinchazos: uno a las 48 horas de vida (mientras el bebé aún está en el hospital) y otro entre el 5º y 9º día de vida (se realiza en el centro de salud).

Las patologías que diagnostica esta prueba son enfermedades congénitas, metabólicas o endocrinológicas poco frecuentes, pero cuyo pronóstico es más favorable si el diagnóstico es precoz. El retraso en su diagnóstico puede conllevar minusvalías psíquicas, físicas y retraso mental severo, de ahí su importancia.

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El número de patologías que la prueba del talón puede detectar es muy amplio y en constante crecimiento, aunque esto también depende de cada país. En España se viene realizando desde hace años el diagnóstico precoz de cinco enfermedades congénitas (cribado neonatal clásico): hipotiroidismo congénito, hiperplasia suprarrenal congénita, fenilcetonuria, anemia falciforme y fibrosis quística. Sin embargo, en otros países, como Ecuador, el programa de cribado neonatal mediante sangre de talón se inició en 2012.

En las pruebas metabólicas también podrían detectarse otras patologías menos frecuentes, como errores congénitos del metabolismo de aminoácidos, errores congénitos del metabolismo de ácidos grasos y errores congénitos del metabolismo de ácidos orgánicos (en torno a 30 o 40 patologías distintas, que entrarían dentro del grupo conocido como ‘enfermedades raras’ –con muy baja prevalencia, menos de 1 de cada 1.000 recién nacidos–). Sin embargo, actualmente estas pruebas no se hacen de rutina.

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Los resultados tardan en tenerse aproximadamente un mes y se remiten por correo al domicilio de los padres, aunque si se detecta alguna alteración en los resultados son avisados telefónicamente para repetir la prueba.

Creado: 6 de mayo de 2013

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