El riesgo de macrosomía fetal se reduce con ejercicio

Las mujeres obesas que realizan ejercicio controlado y de intensidad moderada durante el embarazo tienen hasta un 86% menos riesgo de que su bebé sufra macrosomía fetal (un peso excesivo para su edad gestacional).
El riesgo de macrosomía fetal se reduce con ejercicio

La macrosomía fetal, cuando el desarrollo intraútero es excesivo y el bebé nace con un peso mayor de lo habitual –a partir de 4000 gramos, o si supera el percentil 90 para la edad gestacional estimada–, es una complicación del embarazo que puede tener graves consecuencias, tanto para la madre como para su hijo.

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Las mujeres que llegan al embarazo con obesidad o sobrepeso tienen más posibilidades de tener un feto macrosómico. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Granada y la Universidad Europea, y cuyos resultados se han publicado en Mayo Clinic Proceedings, ha revelado que el riesgo de que esto suceda puede disminuir hasta un 86% si estas pacientes realizan ejercicio durante el embarazo.

Por otro lado, ganar demasiado peso durante la gestación incrementa significativamente el riesgo de sufrir trastornos como diabetes gestacional o hipertensión, y también es más probable tener un parto prematuro o que sea necesario practicar una cesárea. Además, los niños cuyas madres engordan demasiado en el embarazo son un 30% más propensos a desarrollar obesidad infantil.

El ejercicio moderado y controlado durante el embarazo previene el exceso de peso, y reduce el riesgo de enfermedades en la madre y en el feto

En la investigación participaron 962 embarazadas (entre los años 2007 y 2011), y las mujeres sanas que empezaron a realizar ejercicio moderado y controlado –tres sesiones semanales de una duración de 50-55 minutos cada una– tras la primera consulta prenatal evitaron una excesiva ganancia de peso, y se redujeron también sus posibilidades de desarrollar enfermedades relacionadas con el sobrepeso como la hipertensión o la diabetes gestacional.

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Aunque los beneficios del ejercicio fueron mayores en las mujeres con peso normal, su práctica también favoreció a las que padecían sobrepeso u obesidad antes del embarazo, sobre todo por disminuir el riesgo de que tuvieran un bebé con macrosomía, por lo que los autores del trabajo consideran que son necesarios nuevos estudios para investigar la influencia del ejercicio en el embarazo sobre parámetros maternos, fetales, e incluso en los primeros años de vida del niño.

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Actualizado: 1 de agosto de 2017

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