Bailar durante el embarazo
Practicar ciertos tipos de baile durante el embarazo te proporciona muchos beneficios físicos y emocionales. Te enseñamos cómo adaptar el ritmo y los movimientos a tu estado en cada trimestre para evitar riesgos.

Consejos para bailar durante el embarazo sin riesgos

Amparo Luque

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

A pesar de tener un embarazo normal, y si queremos beneficiarnos realmente de todo lo bueno que proporciona el baile a las gestantes, es fundamental tener en cuenta algunas claves a la hora de practicarlo. Aquí te damos algunos consejos para disfrutar de las sesiones de baile durante el embarazo y hacerlo sin correr riesgos:

  • Practicar las sesiones en un lugar fresco y bien ventilado, para que nuestra temperatura corporal no se eleve demasiado.
  • Hacer siempre un calentamiento previo.
  • Tener mucho cuidado con los saltos (que pueden perjudican especialmente al suelo pélvico), las piruetas y los movimientos muy bruscos. Las partes de la coreografía que requieran de este tipo de movimientos se pueden sustituir por una marcha, o un balanceo de un lado a otro. La matrona del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid), Lourdes Rodríguez, matiza “si por ejemplo practicas flamenco, no es conveniente realizar mucha fuerza a la hora de zapatear. Y en ballet, a partir de las 20 semanas de gestación hay que tener cuidado de no dar grandes saltos, por el riesgo de caída. O en danza contemporánea, que se realizan muchas sacudidas del cuerpo y cambios de dirección, hay que hacerlo con prudencia. Si tienes que hacer los ejercicios más despacio, no pasa nada”.
  • Respirar correctamente, inspirando y exhalando constantemente.
  • Evitar sobreesfuerzos; por ejemplo, si la coreografía requiere levantar algún elemento pesado evítalo.
  • Hidratarse antes, durante y después de las clases de baile.
  • Controlar el ritmo cardíaco y la temperatura corporal.
Consejos para bailar durante el embarazo sin riesgos
  • Evitar movimientos o posturas que conlleven presión o golpes en el abdomen.
  • Ponerse ropa adecuada (es importante un buen sujetador) y calzado cómodo. Concretamente, la matrona Inés Curro, del Servicio Gallego de Salud, recomienda “usar tejidos naturales como el algodón, por la sudoración, y que si los zapatos tienen tacón, que sea bajo”. Aunque curiosamente explica que “yo habitualmente les hago bailar en calcetines, sin zapatos. Así se activa la pisada para el ajuste del cambio del centro de gravedad que produce el aumento de peso del abdomen”. También puedes consultar la conveniencia de utilizar una faja específica.
  • Ajustar la intensidad del baile. Según te vayas sintiendo, tú misma deberás bajar la intensidad. Ponte límites y no des lugar a llegar al cansancio.
  • Procurar mantener siempre un pie en el suelo durante todo el tiempo que dure la sesión, para que así el ejercicio no sea de tan alto impacto.
  • Intentar mirar siempre en la misma dirección, por ejemplo buscando un punto fijo al que dirigir la mirada.
  • Al final es conveniente hacer algunos ejercicios de relajación y respiración. Ten en cuenta que tu corazón ha estado trabajando muy intensamente, y le llevará un tiempo volver a su estado de reposo.

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Creado: 28 de abril de 2017

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