Trastorno de negación del embarazo
El trastorno de negación del embarazo es un problema de origen psicológico que provoca que la mujer no sea consciente de su gestación, incluso hasta el momento del parto. Averigua cómo puede suceder esto.

Desarrollo de la gestación y parto en la negación del embarazo

Embarazada sentada en el suelo
La mayoría de las mujeres con trastorno de negación del embarazo no se percata de su estado hasta el tercer trimestre de la gestación
Amparo Luque

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

¿Cómo es posible que una mujer no note que está embarazada? “La mayoría de nosotros somatizamos en mayor o menor grado en diferentes partes del cuerpo nuestros conflictos emocionales e inconscientes. Cuerpo y mente van unidos; siendo el cuerpo a menudo la expresión de emociones, deseos, traumas, abusos o miedos, actuales y de nuestra infancia”, indica Sabina del Río, directora del centro de Psicología Calma, especialistas en maternidad. Por ello, en el caso del trastorno de negación del embarazo, esa autonegación hace que el cuerpo se adapte, puesto que el desarrollo fetal es un hecho biológico, no es un hecho consciente; pero que no responda a los cambios como lo haría en una gestación normal. En este sentido, no hay apenas síntomas, o la mujer los interpreta como ella quiere, de manera totalmente subjetiva y, por supuesto, nunca relacionándolos con un embarazo. Cree que ha engordado un poco, que tiene simples dolores abdominales, y que las náuseas o los mareos se deben a otros problemas leves.

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La psicóloga perinatal y sexóloga Diana Sánchez destaca que “el bebé se coloca de forma que apenas sobresale, en algunas ocasiones la regla continúa y la mujer no nota los movimientos fetales o, si lo hace, piensa que son gases”. Ante esto, evidentemente, no hay una planificación ni un seguimiento de la gestación, la mujer no asiste a los chequeos ginecológicos, y no se cuida tal y como debería hacerlo en su estado.

La mayor parte de las mujeres con trastorno de la negación del embarazo se percata de que está embarazada en el último trimestre, normalmente cuando acude al médico a consultar esas molestias que está experimentando, y que persisten y se hacen cada vez más evidentes.

Mujer embarazada

Llegado este punto, descubrir que estás embarazada puede llegar a ser algo realmente desestabilizador, pero es el momento de abordar el problema y reconducir la situación para que todo evolucione bien. En la mayoría de los casos la mujer suele irse adaptando a su realidad de un modo bastante satisfactorio y acepta a su bebé sin demasiados traumas, aunque en ocasiones precise de una ayuda profesional.

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Un parto por sorpresa

Según datos de la Asociación Francesa para el reconocimiento de la negación del embarazo, en Francia, entre 300 y 350 mujeres cada año descubren que están embarazadas en el momento de dar a luz. Son estadísticas que corresponden a los casos más extremos, los de negación total, en los que las mujeres se encuentran con un parto por sorpresa y, habitualmente, lo tienen que afrontar en solitario: no reconocen los síntomas del parto y “dan a luz en sitios como puede ser el baño de su casa, porque ni siquiera llegan al hospital para pedir ayuda”, indica la experta Diana Sánchez.

Es una situación realmente desconcertante; de hecho, la psicóloga perinatal Sabina del Río explica que “cuando el parto sobreviene sin que la mujer llegue a tener conciencia de lo que le está sucediendo, puede no reconocer al bebé como tal, confundiéndolo con un tumor, basura, órgano interno…” Por tanto, en este momento tan extremo, el comportamiento de la mujer es totalmente imprevisible; la angustia y el estado de shock que puede sufrir hacen que no sepa manipular bien al bebé, y puede llegar a abandonarlo, a hacerle daño, o incluso dejar que muera".

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Pero si finalmente el parto se desarrolla bien (dentro de lo que cabe) y la mujer puede llegar a ser atendida por los servicios médicos, preservando tanto su seguridad como la del bebé, ésta logra recuperarse, vincularse a su hijo, y conseguir un apego lo más sano posible. Aunque, evidentemente, esto se conseguirá con mucho apoyo emocional y, normalmente, con tratamiento psicológico.

Creado: 14 de noviembre de 2014

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