Reserva ovárica baja: opciones para conseguir el embarazo

Si la reserva ovárica es normal, se puede intentar el embarazo de forma natural y, en el caso de que existan dificultades para lograrlo sería necesario realizar algún otro tipo de estudios que involucren a ambos miembros de la pareja.

Pero una vez que se comprueba que la reserva ovárica es baja, en número de óvulos, o en la calidad de los mismos, como ya es imposible recuperarla, hay que buscar la mejor solución para poder lograr gestar un bebé. Aún puede no ser tarde para ser madre, pero evidentemente nos vamos a encontrar con más dificultades para conseguirlo.

En estos casos, lo habitual es recurrir a técnicas de reproducción asistida. Agustín Ballesteros, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), aconseja que “si la reserva ovárica está baja es mejor optar directamente por soluciones lo más eficientes posibles como la Fecundación in Vitro (FIV)”.

Evidentemente esta situación ovárica va a influir también en la probabilidad de éxito de este tipo de tratamientos, con lo que el doctor Ballesteros aclara que “si la reserva es demasiado baja, es muy probable que sólo se pueda obtener el embarazo a través de la donación de óvulos de otras mujeres”; y, como la edad sigue siendo clave en estos casos, el experto puntualiza que “la combinación de baja reserva de óvulos con edades avanzadas hace que la posibilidad de que una mujer se quede embarazada con sus propios óvulos sea muy baja, pero de que lo haga con óvulos donados es muy buena, ya que el útero no envejece tan rápido como los ovarios, y los embriones obtenidos tras la inseminación de óvulos de donantes jóvenes y sanas aumenta considerablemente las tasas de éxito; en estos casos, el embarazo es equivalente al de una mujer mucho más joven”.

Así, esta técnica reproductiva permite que mujeres de más edad con una reserva ovárica muy mermada, puedan cumplir el sueño de ser madres. Sin embargo, el experto advierte de que “desde la Sociedad Española de Fertilidad no recomendamos que se hagan tratamientos a mujeres por encima de los 50 años, dado los riesgos que entraña el embarazo a partir de esa edad, tanto para la madre, como para el feto”.