Convivencia entre perros y gatos
Dale la vuelta a la expresión 'se llevan como el perro y el gato'. La convivencia entre ambos no tiene por qué ser mala, sino más bien todo lo contrario. Te contamos cómo educarles para evitar problemas entre ellos.

Consejos para lograr una convivencia feliz entre perros y gatos

Un perro y un gato observan atentamente un plato con alimentos que les muestra su dueño
Las probabilidades de éxito en la convivencia de un perro y un gato en el mismo hogar son mayores si ambos animales son jóvenes.
Diana Oliver Ortiz

Por: Diana Oliver

Periodista especializada en vida sana, maternidad e infancia y mascotas

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Las probabilidades de éxito en la convivencia de un perro y un gato en el mismo hogar son mayores si ambos animales son jóvenes (por debajo de seis meses en el gato y de un año en el perro), si el gato es el residente y el perro el que llega después o si se realiza una introducción gradual y controlada para que ambos animales se vayan habituando, teniéndolos primero separados para que contacten con olores y sonidos, y realizando luego presentaciones breves a distancia o con barrera.

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La veterinaria Silvia de la Vega opina que la planificación puede ayudarnos a que todo salga bien, por lo que “decidir desde un principio que se va a querer tener perro y gato, para adoptarlos con edades apropiadas, y realizar una introducción gradual, aumentará las posibilidades de la convivencia armoniosa”. Además, hay una serie de consejos que pueden facilitarnos mucho las cosas a la hora de conseguir una feliz convivencia entre perros y gatos:

Hombre con sus mascotas
  • Tener información sobre lenguaje corporal en ambas especies para comprender lo que sucede durante los contactos.
  • Utilizar elementos de separación como vallas de seguridad para niños con el fin de proveer al gato de un lugar seguro al que el perro nunca tenga acceso, así como para impedir el acceso del perro al lugar de la bandeja de eliminación, puede ser interesante para facilitar la convivencia entre ambos así como enriquecer el entorno para el gato con suficientes atalayas, escondites y vías de escape en las zonas comunes.
  • Es importante enseñar al perro conductas calmadas bajo comando por las que recibirá elogios y premios.
  • Evitar la convivencia entre perros y gatos cuando los animales son muy mayores, tienen problemas de salud o un carácter difícil nos evitará muchos problemas.
  • No es recomendable el uso del castigo sobre cualquiera de los animales, así como tratar de obligar o sujetar al gato para forzarle a tener contacto con el perro, dejando al felino sin posibilidad de movimiento.
  • Mejor si se adaptan a la convivencia desde que son cachorros, ya que las primeras semanas serán fundamentales para la socialización.
  • Conocer el carácter de cada uno puede ayudarnos a la hora de marcar el ritmo de la adaptación. Cuánto más tranquilos y cariñosos, más sencillo será.
  • Es necesario respetar los espacios de cada animal y marcarlos o delimitarlos para que se sientan protegidos en ellos.
  • Lo importante es que las necesidades de cada uno estén cubiertas, requiera lo que requiera.
  • Si vas a mantenerte ausente de la casa, aunque sean minutos, lo ideal es dejar al gato y al perro en habitaciones separadas hasta tu vuelta para evitar posibles disputas; más aún si nos encontramos en pleno proceso de adaptación.

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Creado: 15 de junio de 2016

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