Cómo prevenir la pérdida o robo de tu mascota

La mejor forma de evitar la pérdida o el robo de nuestra mascota es saber qué podemos hacer para prevenirlo, y para ello, hay una serie de sencillas pautas o claves que debes seguir. En este sentido, la abogada Gema González Coloma nos recomienda que “si salimos de paseo por la ciudad, un parque, el campo, etcétera, debemos llevar al animal siempre atado. Tampoco debemos perderlo de vista si lo soltamos en un parque o zona habilitada para ello”.

En caso de que lo dejemos en una guardería canina porque nos vamos de vacaciones, “debemos de cerciorarnos de la legalidad y seriedad del centro antes de dejarlo, ya que se han dado casos sorprendentes en los que se ha perdido el animal en manos de cuidadores de dichos centros de mascotas”, señala la abogada.

Por supuesto, tampoco debemos dejar solo al animal en la calle. Ese momento en el que entramos a comprar el pan y dejamos al animal atado al árbol puede suponer una imprudencia que recordaremos toda la vida en caso de que a nuestra mascota le ocurra algo. “Esto es una irresponsabilidad que se debe evitar”, opina Daniel Dorado.

Tener al animal correctamente identificado

Otra de los puntos importantes a la hora de prevenir la pérdida o el robo de tu animal de compañía es el microchip que, además, es obligatorio por Ley y lo ponen los veterinarios cuando es vacunada la mascota. Gema explica que el fin del microchip es servir como el DNI de la mascota, y si el animal está identificado las probabilidades de encontrarlo son mucho mayores. “Si nuestra mascota se pierde y no tiene microchip será muy difícil encontrarlo, ya que en el caso de que lo localicen no tendrán forma de saber a quién pertenece. Asimismo, si se encuentra el animal será complicado poder demostrar su titularidad. Igualmente puede enfrentarse a sanciones administrativas al incumplir la normativa al no tener microchip, y consecuentemente, tampoco estará vacunado, porque ningún veterinario vacunará a su mascota sin haberle puesto chip. Es una ilegalidad y una temeridad”, añade Gema.

Por su parte, Daniel Dorado puntualiza que “las leyes autonómicas de protección animal exigen que haya una identificación, pero no todas exigen el microchip como obligatorio”. No obstante, al igual que Gema, también recomienda ponerlo en todos los casos porque sólo así nos aseguramos de que podrán localizarnos si nuestra mascota aparece.

La identificación por chip ayuda a evitar el abandono de animales. El funcionamiento del microchip es muy sencillo: se injerta en la piel y el animal no lo nota. Esto nos servirá para que al pasarle un lector reconozca un código que identifique al animal y a su propietario. Es prácticamente imposible cambiar ese código, por lo que si el animal es robado sus captores lo tendrán complicado para que no se acabe localizando a su dueño. En el caso de que el animal acabe apareciendo se localizará a los dueños con facilidad a través del microchip. Por supuesto que los datos que están asociados al microchip deben ser los correctos para que puedan localizarnos. Si hemos cambiado de número de teléfono o dirección lo mejor es comunicarlo con antelación.

Además del microchip, puede ser interesante que nuestra mascota tenga una chapa identificativa en su collar con nuestro teléfono de contacto y el nombre del animal para que, en el caso de que alguien lo encuentre, no haya que esperar a llevarle a la clínica veterinaria, centro de recogida o protectora y pueda localizarnos con una simple llamada de teléfono. Es una forma mucho más rápida de contactarnos, algo que en esos momentos de incertidumbre es de agradecer y, además, se lo ponemos mucho más fácil a quien encuentre al animal.