Educar al gato en casa: pautas y consejos básicos

Si has decidido tener un gato como mascota necesitas conocer sus necesidades y las claves para proporcionarle un estado de bienestar que favorezca su educación y una correcta convivencia en el hogar.
Grupo de gatitos
Si tienes un nuevo minino en casa, debes preocuparte por cubrir todas sus necesidades.
Elena Romero García

Por: Elena Romero García

Veterinaria especialista en medicina de pequeños animales

Actualizado: 5 de diciembre de 2023

Consejos para educar al gato en tu hogar

Un gato educado es aquel que convive en armonía con el resto de los individuos de una casa. Para conseguir este propósito, se debe entender la naturaleza del gato como especie y adaptar sus necesidades y las nuestras. Y es que, los gatos se caracterizan por tener un carácter independiente y una marcada tendencia territorial; y es algo que como dueños conviene entender y respetar para evitar problemas con tu nueva mascota.

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Los gatos que viven en libertad ocupan la mayor parte de su tiempo en descansar, acicalarse, cazar y dejar marcas en su territorio. Para que un gato se sienta bien cuando vive en casa, necesita expresar estas tendencias naturales. No vale solo con tener cubiertas sus necesidades básicas, como el agua y la comida, también es un requisito para el gato poder explorar el entorno, marcar su territorio o jugar a perseguir objetos simulando el acto de la caza.

Nuestro objetivo pues como propietarios es encontrar un equilibrio para el desarrollo de las conductas innatas del gato dentro del domicilio, consiguiendo un individuo relajado y adaptado, sin que esto resulte incómodo en la convivencia.

¿Cómo me relaciono con mi gato?

Socialmente el gato se define como independiente. El gato salvaje vive solo y no crea grupos. Busca la compañía del sexo contrario solo para la reproducción. En casa debemos favorecer su independencia dejando que sea el gato quien decida el grado de contacto social que quiere mantener con cada componente de la familia con la que convive. Por tanto, no debemos forzarlo a estar con nosotros o acariciarlo más tiempo del que él considere aceptable. Además, le gusta disfrutar de momentos de privacidad alejado de otros gatos o personas.

Educar el gato en casa

Los gatos tienen una conducta de juego muy acentuada, sobre todo en sus primeros meses, y su distracción favorita es perseguir objetos en movimiento como si los cazaran. Por eso, si jugamos con ellos usando nuestras manos o pies conseguiremos que nos muerdan. El juego ideal es usar una pelota de papel o juguetes diseñados especialmente para ellos y realizar una o dos sesiones al día. Jugar a diario favorece la interacción con ellos y minimiza el estrés y, además, el ejercicio previene la aparición de ciertas enfermedades relacionadas con el sedentarismo y la obesidad.

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No se debe usar el castigo porque no es un método aceptable de educación para el gato, sino una fuente de estrés, miedo e incluso agresividad.

Claves para que el gato se adapte y se sienta cómodo en casa

Los gatos están muy apegados al lugar donde viven debido a su territorialidad, por ello hay que tener en cuenta algunas cuestiones para que se adapte al hogar y esté lo más cómodo y tranquilo posible. Por ello, una de las claves es evitar el traslado del gato. Para ellos es muy estresante el cambio de sitio y por eso solo debemos moverle cuando sea estrictamente necesario. Es mejor dejar al gato en casa cuando nos ausentamos por pocos días y que alguien acuda a diario a darle de comer y a limpiar su bandeja.

De la misma manera, cuando se realizan cambios en la casa modificamos las características del territorio. Esto pasa cuando hacemos reformas o compramos mobiliario nuevo. Evidentemente, en ocasiones estos cambios son necesarios y para evitar el estrés de nuestro compañero felino podemos frotar con una toalla, que previamente haya usado el gato, sobre la superficie nueva; por ejemplo: una alfombra.

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Cuando llevamos amigos o familiares a casa, advierte a las personas que temporalmente vayan a convivir con el gato que deben respetar su espacio y no forzar la interacción dejando que sea él quien decida el momento y la duración del contacto.

Una idea importante es que el gato siempre tiene que tener a su disposición un lugar de huida o escape donde se sienta seguro y desde donde pueda contemplar su territorio y todo lo que pase en él. No se deben limitar los espacios con puertas cerradas ni  forzar la interacción con personas u otras mascotas. El acercamiento a éstas debe ser paulatino y con la opción por parte del gato de escapar de la situación a un lugar seguro si el contacto no está resultando agradable para él.

Cuidado del gato en casa

Preparar al gato para la llegada a casa de un bebé u otra mascota

Otra situación de estrés para el gato es la llegada a casa, su territorio, de un nuevo individuo, ya sea felino o humano. Lo ideal con otro gato es hacer un acercamiento paulatino en el que inicialmente no haya contacto más que olfativo y, poco a poco, según se vayan tolerando, incrementar el contacto hasta que puedan convivir en un mismo espacio.

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La respuesta del gato a la llegada a casa de un bebé suele provocar preocupación a los propietarios. Lo más importante en este caso es favorecer la adaptación durante el embarazo, intentar no alterar su territorio físico ni modificar su rutina diaria y dejarle oler la ropa nueva e investigar los nuevos espacios creados para el bebé.

De la misma manera, la llegada de un nuevo gato a casa debe ser controlada y progresiva imitando el comportamiento natural.  En los gatos de vida libre se forman colonias de 20 o más individuos y las hembras parecen ser más tolerantes que los machos. Cuando un nuevo individuo quiere integrarse en esa colonia merodea en los límites del territorio para que los gatos de la colonia establecida se acostumbren a su presencia y sobre todo a su olor. Si todo va bien  en unos días acabará formando parte del grupo.

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El consejo

Para todas las situaciones descritas anteriormente se pueden usar feromonas sintéticas felinas, que se enchufan como los ambientadores eléctricos y emiten feromonas de gato, creando en el gato un estado de bienestar y placidez que minimiza el estrés.

Cómo conseguir que el gato no arañe todo el mobiliario

A muchos dueños una de las cosas que más les molesta, o directamente les echa para atrás a la hora de tener un gato como mascota, es el hecho de acabar con todos los muebles de la casa arañados y las cortinas y alfombras hechas trizas… Pues bien, hay que entender que el rascado es una conducta natural del gato que tiene varias funciones, como marcar el territorio, permitirles el acicalamiento de las garras y el estiramiento de la musculatura. Por ello, inhibir esta acción es un error que crea ansiedad en el gato y que puede traducirse en problemas de comportamiento después.

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Para evitar que la conducta pueda dirigirse a sitios inadecuados como puertas, sofás o alfombras, lo ideal es tener un rascador con unas características y localización que garanticen su uso. Este rascador debe tener base estable y con la superficie de rascado en vertical. Debe colocarse en los lugares de descanso del gato y, preferiblemente, donde haya rascado con anterioridad.

Gato jugando con un palo de cuerda
Un gato con las uñas afiladas y una alfombra siempre es sinónimo de peligro…

Uno de los errores más comunes es colocar el rascador en una zona oculta, donde estéticamente no nos molesta. De esta manera, el gato jamás lo usará y continuará acicalando sus uñas en nuestro maravilloso sofá de piel. Estos rascadores pueden estar incorporados a plataformas interactivas diseñadas para gatos que proporcionan un espacio tridimensional, ya que los gatos disfrutan saltando y subiéndose a sitios elevados.

Una alternativa casera a las plataformas comerciales es la colocación de estanterías donde puedan subirse. Nuestros gatos disfrutan de los sitios en altura porque les permite tener una visión tridimensional de su territorio, además de un lugar de escape o huida ya que muchos conviven con niños o perros que no alcanzan estos lugares.

Cómo enseñar al gato a orinar dentro de la bandeja sanitaria

Los gatos son animales muy limpios, pasan parte del día lavando y aseando su pelo. Desde muy cachorros aprenden, de una manera prácticamente innata, a hacer sus deposiciones en la bandeja sanitaria. Para potenciar el uso de la bandeja sanitaria hay que tener en cuenta sus características físicas, el número de bandejas, el tipo de arena y la ubicación de ésta.

Se deben colocar al menos dos bandejas sanitarias por cada gato que viva en casa. La bandeja debe tener el borde ancho y bajo y ser lo suficientemente grande para que el minino pueda girarse. Se debe situar en una zona tranquila, libre de paso, accesible y lejos de electrodomésticos. Es necesario limpiar de excrementos a diario y cambiar la arena semanalmente.

En el mercado existen diferentes tipos de arena y cada gato tiene su predilección:

  • La arena aglomerante es de las que más gusta a los gatos. Esta arena se caracteriza por formar una bola cuando entra en contacto con la orina que se recoge fácilmente. Esta característica hace que mantener el arenero limpio sea más fácil.
  • Las arenas clásicas de sepiolita crean demasiado polvo y no se recomiendan en gatos con problemas respiratorios.
  • Las arenas de cristal camuflan muy bien el olor pero el tacto no gusta a muchos gatos.

Los machos enteros, sin castrar, pueden orinar fuera de la bandeja para marcar el territorio. Esta orina es de marcaje y el gato la depositará por toda la casa excepto en la bandeja. Esto puede ser un problema para la convivencia porque esta orina tiene un olor fuerte y desagradable. En este sentido, se recomienda la esterilización de los machos que no se vayan a usar como reproductores. 

Gato comiendo su pienso en un bol de metal
El gato ha de comer solo su pienso, evita maleducarle con golosinas caseras.

Pautas para educar y estimular al gato con una alimentación saludable

Si tienes un nuevo gatito en casa, recuerda que es importante administrarle una dieta adecuada a su edad, sexo y situación sanitaria. Además, los gatos beben muy poca agua, por su origen desértico, de manera que es interesante favorecer su consumo con fuentes dispensadoras, dejarle beber del grifo… Es mejor poner el bebedero y el comedero en recipientes independientes.

Una práctica interesante es esconder comida por la casa o usar juguetes dispensadores de comida. La finalidad de ambos es fomentar el instinto de búsqueda y caza. El gato se mantiene entretenido en las innumerables horas que a veces pasamos fuera del domicilio debido al ritmo de vida que llevamos y, además, estimulamos en él el ejercicio.

Para evitar que el gato nos robe comida de la basura o de la encimera de la cocina, debemos educarle desde que es un gatito a comer solo su pienso, evitando las comidas y golosinas caseras. Una vez que el gato se convierte en un adulto, fija sus predilecciones alimenticias y es difícil que sienta interés en probar nuevos alimentos.

Las necesidades alimenticias del gato dependerán de su edad: cachorro, adulto o sénior y de su estado sanitario. Muchas enfermedades felinas, como la diabetes, la obesidad o la presencia de cristales en la orina, se previenen o combaten con piensos especialmente formulados

Creado: 25 de septiembre de 2015

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