Cáncer en el perro
Desafortunadamente, el cáncer también puede afectar a nuestro perro. Te explicamos cómo se desencadena esta enfermedad, la forma de detectarla a tiempo y las opciones de tratamiento para tu can.

Cómo detectar si nuestro perro tiene cáncer

María Bayón Piedrabuena, veterinaria

Por: María Bayón Piedrabuena

Veterinaria clínica de pequeños animales

Actualizado: 29 de julio de 2022

A veces es difícil detectar que nuestro perro puede estar padeciendo cáncer, especialmente cuando los tumores se desarrollan en el interior del cuerpo y no muestran una sintomatología clara. Por eso, es recomendable visitar a nuestro veterinario con regularidad, al menos una vez al año, y realizar chequeos completos, con más frecuencia a partir de los ocho años de vida.

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La mayoría de tumores en el perro se originan en la piel y es fácil detectarlos, ya que las masas o bultos protruyen hacia el exterior o se palpan bajo la piel mientras les acariciamos, pero otros tumores producen una sintomatología menos específica:

  • Disminución del apetito, adelgazamiento, letargia.
  • Vómitos y diarreas.
  • Hematuria.
  • Olores inusuales, dificultad respiratoria.
  • Cambios de comportamiento.
  • Alopecia o palidez de encías.

Métodos para diagnosticar el cáncer en el perro

Ante la presencia de una neoplasia en nuestra mascota, es clave determinar si su carácter es benigno o maligno y de qué tipo concreto de tumor se trata. Esto condiciona la elección del tratamiento más adecuado y ayuda a establecer un pronóstico. En oncología, el tiempo es oro, ya que si un tumor es detectado precozmente, puede instaurarse un tratamiento con más rapidez, lo que en algunas ocasiones incrementará las posibilidades de que tu perro viva más tiempo feliz a tu lado.

Perro enfermo por cáncer

Tras una exploración general, el veterinario puede detectar signos compatibles con cáncer. En una analítica sanguínea pueden apreciarse cambios sospechosos de esta enfermedad, como hipercalcemia (aumento en los niveles de calcio) o anemia (disminución del número de glóbulos rojos).

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Mediante diferentes técnicas de diagnóstico por imagen, se pueden detectar masas en el interior del cuerpo sugestivas de un tumor y también resultan útiles para programar el tratamiento. Gracias a los rayos x es posible observar metástasis de cierto calibre a nivel pulmonar, un órgano diana habitual. La ecografía es muy útil para encontrar anormalidades en los tejidos orgánicos, especialmente en la cavidad abdominal y el corazón. En ocasiones, para visualizar una masa con más definición se requieren técnicas como la resonancia magnética nuclear (RMN) o la tomografía axial computadorizada (TAC), que requieren la anestesia de la mascota para mantenerla inmovilizada.

Para diagnosticar un tumor en el perro de manera definitiva, es necesario estudiar en el laboratorio el tipo de células que lo componen. Para ello, se puede realizar una citología del tejido sospechoso, que consiste en la toma de una pequeña muestra, generalmente con una aguja, de la masa en cuestión. Dependiendo de la zona, es posible que se requiera anestesia local o general. Esta muestra se tiñe y se observa al microscopio. Generalmente, nos da una primera aproximación al tipo de tumor que padece el can y su carácter benigno o maligno, incluso a veces un diagnóstico definitivo, pero en la mayoría de los casos es necesario realizar una biopsia. En este caso, el volumen de la muestra ha de ser mayor, incluso abarcar toda la masa. Esta es procesada en el laboratorio para realizar un estudio histológico de los tejidos que la componen. Algunos tipos de tumores solo pueden ser caracterizados con la ayuda de técnicas de laboratorio más complejas.

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Creado: 23 de septiembre de 2016

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