El celo es una fase del ciclo sexual de las hembras que indica que están listas para la función reproductiva. Te explicamos cómo reconocer si tu perra o gata está en celo, y las ventajas e inconvenientes de castrarla.
Ventajas e inconvenientes de la castración en perras y gatas
Si castras a tu gata evitarás los molestos maullidos propios del celo.
La castración de tu mascota, ya sea una perra o una gata, supone numerosas ventajas tanto para el animal como para ti:
Evitas enfermedades muy graves directamente relacionadas con la producción de hormonas sexuales, como los tumores mamarios, los quistes ováricos, o la infección uterina (piómetra) en las hembras, y la hiperplasia de próstata o los tumores testiculares en los machos. Por lo tanto, aumentas su esperanza de vida.
Desparecen los problemas de comportamiento asociados al celo o a la presencia de hembras en celo, como la agresividad. Si esta está causada por otros trastornos de comportamiento como el miedo o la ansiedad, la castración no la eliminará, pero podría ayudar como paso previo a la terapia conductual.
Evitarás accidentes que se pueden producir si tu mascota cruza la carretera o se cae desde la ventana cuando intenta buscar pareja.
Ganarás en comodidad y tranquilidad. Ya no tendrás que estar pendiente de que no se acerquen machos a tu perrita en celo durante el paseo, ni de eliminar manchas indeseadas en el hogar. Y si se trata de una gata, tus vecinos y tú os olvidareis de los desagradables maullidos.
Te solidarizarás con la gran cantidad de animales abandonados y sacrificados, que en su día fueron cachorritos fruto de un embarazo por descuido.
Inconvenientes de la castración de perras y gatas
Los inconvenientes de la castración, sin embargo, son mínimos:
Evidentemente, ya no podrás criar con ellos, algo que debes tener en cuenta antes de la intervención.
Algunas mascotas tienden a ganar peso después de la castración, aunque este problema se solventa alimentándoles con pienso bajo en calorías especialmente adaptado para perros o gatos castrados.
