Vaginismo
Diversas situaciones, la mayoría de índole psicológica, pueden generar en la mujer vaginismo, una respuesta de contracción vaginal involuntaria que hace imposible el coito. Entérate de cómo remediarlo.

Tratamiento del vaginismo

María Jiménez Albundio

Por: María Jiménez Albundio

Psicóloga y sexóloga clínica especialista en infertilidad

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

El tratamiento del vaginismo tiene una altísima tasa de éxito. El método que sigue, sencillo y eficaz, constituye un placentero autoconocimiento y una sensación de control sobre uno mismo capaz de aportar la confianza suficiente para disfrutar sin problemas de los encuentros sexuales.

Estos serán a grandes rasgos los pasos a recorrer en una adecuada terapia sexológica para tratar el vaginismo:

  1. El primer paso del tratamiento del vaginismo consistirá en explicar aquello que le está ocurriendo y eliminar las ideas distorsionadas respecto a la sexualidad, cambiándolas por planteamientos certeros ajustados con la realidad. A través de una terapia educativa se ilustrará a la afectada acerca de la anatomía sexual y los entresijos de una respuesta sexual normal, con el objetivo de aislar temores sin fundamento que interfieren y dificultan los encuentros sexuales. En un clima de confianza se intentará dar respuesta a cualquier interrogante que se plantee y que constituya un muro entre la persona y su satisfacción sexual.
  2. En segundo lugar, se plantearán una serie de ejercicios graduales cuya misión radicará en un mejor conocimiento del propio cuerpo y de las sensaciones que lo acompañan, siendo capaz la paciente en última instancia de identificar las manifestaciones que éste envía y controlarlo a placer.
Tratamiento del vaginismo

Conocer y familiarizarse con los genitales será una tarea vital en este cometido, así como localizar aquéllos músculos vaginales que se contraen involuntariamente, obstaculizando de forma incómoda la abertura vaginal.

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Los ejercicios de Kegel ayudarán a reconocer las señales que acontecen cuando la vagina se contrae, y a dominar dicha musculatura logrando distenderla cuando sea necesario. Su práctica y la aplicación de todo lo aprendido prepararán a la mujer para realizar inserciones vaginales paulatinas, eliminando las contracciones reflejas que se venían dando, siendo de utilidad para tal empresa los dilatadores progresivos vaginales y la aplicación de un buen lubricante.

Finalmente, se incluirá a la pareja en el proceso y ambos realizarán sucesivos ejercicios guiados logrando la, hasta el momento, difícil penetración.

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Creado: 20 de noviembre de 2013

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