Los niños con asma tienen más probabilidades de ser obesos

Los niños pequeños con asma tienen más probabilidades de desarrollar obesidad durante la infancia y adolescencia, aunque este riesgo puede disminuir con el empleo de inhaladores de rescate, según un estudio.
Niño asmático en consulta del pediatra
Un diagnóstico y tratamiento precoces del asma podría evitar la obesidad en los niños.

Los niños que sufren asma tienen una mayor propensión a desarrollar obesidad infantil, según revela una investigación de la Universidad del Sur de California-Los Ángeles, en la que se analizaron los datos de niños de entre cinco y ocho años de edad que padecían esta enfermedad respiratoria, pero no presentaban obesidad al comienzo del estudio, y que fueron seguidos durante un periodo de diez años.

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Los resultados mostraron que los pequeños que habían sido diagnosticados de asma al inicio del trabajo tenían un 51% más riesgo de presentar obesidad en la infancia o adolescencia en comparación con los que no tenían asma al principio del estudio; un dato que se confirmó tras ajustar otros factores del entorno de los menores, como la situación socioeconómica de su familia, la actividad física que realizaban, o la exposición al humo del tabaco de sus progenitores, entre otros.

Los niños diagnosticados de asma al inicio del trabajo tenían un 51% más riesgo de presentar obesidad en la infancia o adolescencia

También se observó que el empleo de inhaladores de rescate –pero no el de otros fármacos– al comienzo del estudio, reducía el riesgo de obesidad casi a la mitad. Los autores del trabajo sugieren que la inhalación de ß-agonistas podría prevenir la obesidad, gracias a que las células del músculo y de la grasa tienen receptores sobre los que pueden actuar, cuya estimulación incrementa el gasto de energía y la quema de grasa, según se ha comprobado en ensayos con animales.

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El Dr. Zhanghua Chen, de la Escuela de Medicina Keck, en la Universidad del Sur de California-Los Ángeles, y principal autor de la investigación, ha explicado que sus hallazgos confirman los resultados de otros estudios que señalaban que tener asma en los primeros años de vida puede aumentar las probabilidades de sufrir obesidad infantil, por lo que un diagnóstico y tratamiento precoces del asma podría evitar el desarrollo de obesidad que, a su vez, provoca el incremento de los síntomas del asma.

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Actualizado: 10 de octubre de 2017

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