Comer verduras reduce los brotes de esclerosis múltiple en niños

Una dieta rica en verduras puede reducir hasta la mitad las probabilidades de que los niños y jóvenes diagnosticados con esclerosis múltiple sufran un nuevo brote, con independencia de otros factores de riesgo.
Niños comiendo verdura
Una diate rica en grasas acelera el metabolismo celular además de alterar la flora intestinal y su inmunidad.

El consumo de grasas puede aumentar significativamente la frecuencia de la aparición de brotes de la esclerosis múltiple en los niños afectados por esta enfermedad neurodegenerativa de carácter autoinmune mientras que, por el contrario, una dieta rica en verduras lograr disminuir hasta la mitad la incidencia de dichos brotes, según los resultados de un estudio liderado por investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos).

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Los científicos estudiaron los hábitos alimenticios de 219 niños y jóvenes menores de edad a los que se les había diagnosticado esclerosis múltiple recurrente-remitente –que se caracteriza porque se alternan periodos con brotes con otros en los que no se presentan síntomas–, y que contestaron a cuestionarios para informar sobre la cantidad y frecuencia con la que consumían determinados alimentos y bebidas durante una semana.

Al cabo de dos años de seguimiento, el 42,5% de los participantes (93) habían experimentado como mínimo un nuevo brote de la enfermedad. De acuerdo con los resultados, cada aumento del 10% en la ingesta de calorías procedentes de grasas se asoció con un incremento del 56% en las probabilidades de sufrir un brote de esclerosis múltiple, relacionándose este efecto negativo con el consumo de grasas insaturadas, ya que cada incremento del 10% en la ingesta de calorías derivadas de grasas saturadas llegó hasta triplicar el riesgo de presentar un nuevo brote de la enfermedad.

Cada incremento del 10% en la ingesta de calorías derivadas de grasas saturadas llegó a triplicar el riesgo de presentar un nuevo brote de esclerosis múltiple

Independientemente de la cantidad de grasas consumidas, cada ración adicional de verduras se vinculó a una reducción de hasta la mitad de las probabilidades de experimentar un brote. En ambos casos –consumo de grasas o de verduras– los efectos fueron independientes de la presencia de otros factores asociados al riesgo de desarrollar esclerosis múltiple, como los niveles de vitamina D, el sexo, la edad, el IMC (índice de masa corporal), la etnia o los tratamientos médicos.

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El consumo de grasas acelera el metabolismo celular

Los investigadores han explicado que una alimentación rica en grasas acelera el metabolismo celular, y que esto incluye que se liberen moléculas inflamatorias, además de alterar la flora intestinal y la inmunidad asociada a ella, mientras que el consumo regular de verduras tiene el efecto contrario.

Emmanuelle Waubant, directora del estudio, ha explicado que los resultados sugieren que las dietas ricas en grasas –sobre todo si se trata de grasas saturadas–, pueden aumentar el riesgo de recurrencia de esclerosis múltiple en los niños que padecen esta enfermedad, mientras que la ingesta de verduras puede constituir un elemento protector independiente. Si bien, esta investigadora y otros expertos han señalado la necesidad de realizar nuevos estudios que ayuden a determinar el papel que desempeña el tipo de alimentación en la esclerosis múltiple.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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