Los niños que hacen ejercicio tienen menos riesgo de depresión

Los niños que realizan ejercicio moderado con regularidad son menos propensos a sufrir depresión años después, según ha revelado el primer estudio que se centra en la relación de la depresión y la actividad física en la infancia.
Niño practicando ejercicio con la bici
El ejercicio físico nos ayuda a segregar endorfinas, las hormonas de la felicidad.

Los niños que realizan ejercicio físico de manera moderada y con frecuencia tienen un riesgo menor de sufrir depresión años después, según han podido comprobar investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Aunque anteriores estudios ya habían descubierto que el ejercicio físico reduce el riesgo de sufrir depresión en adultos, nunca se había hecho esta prueba con niños hasta ahora.

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El estudio Actividad física, comportamiento sedentario y síntomas de depresión mayor en la niñez intermedia, publicado este mes en la revista Pediatrics, ha tomado como muestra a casi 800 niños de seis años, que fueron valorados dos y cuatro años después, cuando cumplieron ocho y diez. Se contabilizó cuánto ejercicio físico realizaba cada uno en cada etapa, y con cuánta frecuencia, para poder así compararlo con la predisposición de los niños a tener síntomas de depresión en esos años siguientes.

Gracias al ejercicio físico los niños pueden canalizar mejor sus emociones, especialmente las negativas, lo que previene que sufran depresión infantil

Los investigadores también estudiaron si los niños que ya presentan síntomas de depresión tienden a ser menos activos físicamente, pero no se encontraron pruebas de que esto fuese así, por lo que se descarto esa idea. Es ya sabido que mantenerse activo tiene unos beneficios psicológicos, pues influye directamente en nuestro estado de ánimo al segregar endorfinas, las hormonas de la felicidad. Pero en los niños esta ventaja se multiplica, pues muchos de ellos utilizan esta vía para canalizar sus emociones, sobre todo las negativas.

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Pero los expertos aconsejan que a pesar de que el ejercicio físico es una herramienta eficaz para la prevención de la depresión, no debe ser impuesta como una obligación, sino como un juego. También alertan de que hay que estar pendiente de los posibles cambios en las conductas de los niños, como por ejemplo tristeza, déficit de atención, hiperactividad, o problemas en el sueño, ya que cuanto antes se detecten estos trastornos, antes se pueden tratar para ayudar a los más pequeños a canalizar sus emociones.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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