El tabaquismo pasivo en el embarazo perjudica al bebé

Exponerse al tabaquismo pasivo durante la gestación incrementa un 11% el riesgo de que el bebé tenga algún problema respiratorio, como sibilancias, que a su vez aumentan las probabilidades de sufrir asma o infecciones.
El tabaquismo pasivo en el embarazo perjudica al bebé
Otros problemas de salud que se han observado en los niños fumadores pasivos, son mayor prevalencia de otitis e infecciones respiratorias.

Las mujeres que se exponen al tabaquismo pasivo durante el embarazo tienen un 11% más riesgo de que su hijo sufra algún trastorno del aparato respiratorio durante sus dos primeros años de vida, según revela un estudio en el que se han analizado los datos de 27.993 madres e hijos registrados en 15 cohortes europeas de nacimiento, incluida España.

Si la madre es fumadora pasiva el riesgo de que su hijo sufra sibilancias aumenta un 11%, y si al nacer el niño continúa expuesto al humo del tabaco, este porcentaje sube al 29%

Las conclusiones del trabajo, que se han publicado en European Respiratory Journal señalan que con cada tipo de exposición que experimenta la embarazada se incrementan las probabilidades de que el bebé tenga problemas respiratorios; así, si la madre es fumadora pasiva el riesgo de que su hijo sufra sibilancias aumenta un 11%, y si al nacer el niño continúa expuesto al humo del tabaco, este porcentaje sube al 29%. Si la madre hubiese sido fumadora activa, el riesgo de que el bebé presente este trastorno se incrementa un 74%.

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Este hallazgo se añade a otros problemas de salud que se han observado en los niños fumadores pasivos, como mayor prevalencia de otitis e infecciones respiratorias. Como ha explicado Manolis Kogevinas, uno de los autores del estudio, la aparición de sibilancias a un edad temprana se asocian al desarrollo de asma y otras patologías respiratorias a largo plazo como disminución de la función pulmonar, e incluso, al llegar a la edad adulta, varios estudios las vinculan a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Kogevinas ha señalado que los resultados del trabajo tienen importantes implicaciones para la salud pública y demuestran la necesidad de proteger contra el humo del tabaco tanto a las mujeres embarazadas como a los niños pequeños, sobre todo porque se estima que el 40% de los niños de todo el mundo están expuestos al tabaquismo pasivo. El experto añade que a pesar de que las leyes antitabaco han disminuido los espacios donde se puede fumar, en ámbitos como los hogares o los vehículos las concentraciones de humo de tabaco siguen siendo elevadas.

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Actualizado: 22 de marzo de 2016

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